Sacos de lana procedentes de una campaña de esquileo anterior. | Redacción Part Forana

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La Conselleria d'Agricultura sale al rescate de los ganaderos de ovino y se hará cargo de la retirada de la lana procedente del esquileo de las ovejas.

Días atrás, Cooperatives Agroalimentàries había puesto sobre la mesa la problemática a la que se enfrentan este año los payeses ante la necesidad de esquilar a sus rebaños y la dificultad de deshacerse de la lana por la paralización del mercado de este producto a nivel mundial.

Tratada como residuo animal
«La gestión de la lana es responsabilidad de los ganaderos, pero no podemos permitir que termine abandonada porque se podría convertir en un foco de pulgas y otras plagas; en su lugar, contrataremos a un gestor autorizado en residus SANDACH que realizará la recogida y transporte hasta la incineradora de Son Reus», apuntan fuentes de Agricultura.

De hecho, la normativa europea califica a la lana como un subproducto de origen animal no destinado al consumo humano. Pese a ser orgánica, no puede ser enterrada ni incinerada de modo particular.

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Agricultura señala que se ha acordado con la cooperativa Camp Mallorquí la habilitación de cinco puntos de entrega, en las cooperativas de Montuïri, Porreres, Artà, Andratx e Inca. Para ello, los ganaderos tendrán que comprar unas sacas especiales similares a las que se utilizan para depositar cereales, cuyo coste no ha trascendido aún. «Comprar las sacas será el único gasto que tendrán que realizar los ganaderos, la retirada y tratamiento de la lana por un gestor autorizado correrá a cargo del Govern mediante la formalización de un contrato menor, inferior a 15.000 euros, que vamos a licitar en breve», apunta la Conselleria.

Cien toneladas
La previsión de Agricultura es recoger alrededor de cien toneladas de lana en la presente campaña de esquileo, que ha comenzado este mes de mayo con algo de retraso por las lluvias de finales de abril. Según los datos que baraja Cooperatives Agroalimentàries, las cooperativas de Mallorca en su conjunto producen un centenar de lana común cada año, una cifra que representa el 65 por ciento de la lana que generan las ovejas en Mallorca. Así, los payeses no asociados a las cooperativas producen unas 54 toneladas.

Una cantidad simbólica de la lana de 2021 será entregada a una empresa para experimentar salidas a esta materia prima, como el aislamiento en la construcción. En 2020, la lana se cotizó a 0,07 céntimos el kilo, pero en 2021, la demanda ha cesado por completo en un mercado mundial dominado por China.

La caída de la demanda de lana, un problema a nivel mundial
La falta de demanda de lana es un problema a escala mundial que afecta a todas las regiones del Estado. «Desde el verano de 2019 no hemos sacado nada de lana y el 70 % del mercado es de procedencia china», apunta Carlos Bernues, encargado del esquileo en el Grupo Cooperativo Pastores de Aragón. En las Illes Balears, a esta situación se suma el hecho de que no existe ningún centro para su tratamiento. Hasta la fecha, dos empresas distintas se encargaban de su recogida y envío a la Península por un módico precio que, con suerte, permitía empatar con los gastos del esquileo.