Si bien es cierto que buena parte de la producción de queso, vino y aceite se comercializa dentro del Estado o en países europeos, la imposición de aranceles de un 25 % anunciada por Donald Trump dificulta la expansión de las empresas de Baleares. | Antoni Pol

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Alerta entre los productores de vino, quesos y aceite por la imposición de nuevos aranceles en las exportaciones a los Estados Unidos y las consecuencias que pueda tener sobre la emergentes ventas que consigue el sector en el mercado estadounidense.

El anuncio este jueves del presidente Donald Trump de gravar en un 25 % las exportaciones de determinados productos agrícolas siembra la preocupación entre determinados productores que lamentan la situación aunque reconocen que la mayoría de las exportaciones de estos productos se realizan a países europeos.

Pese a ello, empresas punteras como los viniticultores de la bodega Ànima Negra han apostado por el mercado norteamericano donde venden unas 40.000 botellas de vino anuales. Así lo explica Miquel Àngel Cerdà quien reconoce que hace quince años que trabajan en los Estados Unidos abriendo mercado. «La producción del vino Terra de Falanis se vende casi exclusivamente en Norteamérica y Ànima Negra una parte», explica Cerdà.

Otro de los sectores afectados serán las empresas dedicadas a la elaboración de quesos que temen una bajada de ventas. El presidente del Consell Regulador de la DO Formatge de Maó-Menorca, Bosco Triay, aseguró este jueves a este periódico que las empresas menorquinas exportan a los Estados Unidos unos 167.000 kilos de queso. «Esto significa el 5 % de la producción total, una cifra considerable» que ahora se puede ver mermada.

«Es una situación similar a la que sufrimos hace poco más de una década con la devaluación del dólar y que encareció el queso de Maó en un 20 % y perdió ventas». Según datos de la Conselleria de Agricultura, el 79 % de las ventas de queso con denominación de origen fuera de la Unión Europea son precisamente a los Estados Unidos.

El presidente de la DO Pla i Llevant, Antoni Bennassar, lamentó también el nuevo gravamen. En su caso, los vinos Pla i Llevant venden al país norte americano un 13 % de sus exportaciones. Mientras de la marca Vi de la Terra supone un 11 % de la venta fuera de Europa. Por su parte, el presidente de la D.O. Binissalem, José Luis Roses, aseguró que su principal mercado es Alemania y Suiza, por lo que se exportan solo unas 400 botellas a los EEUU, explicó. En el caso de la producción de la DO Oli de Mallorca sus exportaciones a Estados Unidos son simbólicas ya que no llegan al 1 %, según datos de Agricultura.

Desde la Conselleria de Agricultura i Pesca, aseguraron este jueves que la imposición de aranceles «es un tema que nos preocupa y activaremos todos los mecanismos que tengamos a nuestro alcance para defender al sector». De momento, restan a la espera de las actuaciones del Ministerio de Agricultura . Quien sí ha convocado una reunión urgente es el Consell Regulador de la DO Formatge de Maó-Menorca.