Los Quintos silbaron el paso de la comitiva real cuando ésta pasó por la plaza.

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ANTONI POL

Por primera vez en una quincena de años los quintos de Maria no organizaron la llegada de sus majestades de Oriente al pueblo. Este es el precio que han pagado por las inocentadas -o gamberradas, depende de quién lo diga- que llevaron a cabo la última semana de 2008. Los «insultos» de los quintos a diversos ediles municipales por Nochevieja fue la gota que colmó la paciencia del alcalde, Antoni Mulet, que ayer firmó un decreto de alcaldía en el que se prohibía «todo tipo de actividad que puedan llevar a cabo el grupo 'Quintos de Maria de la Salut' dentro del término municipal y el casco urbano de este municipio durante la tarde y la noche del 5 de enero, con ocasión de las vísperas de la festividad de los Reyes Magos, y el 6 de enero con ocasión del reparto de juguetes».

Los quintos habían anunciado que su cabalgata recorrería las calles del pueblo, aunque fuera como alternativa a la oficial. De hecho, aseguraron haber recogido «un centenar de regalos» y haberse gastado «unos quinientos euros» en la vestimenta de sus Majestades y otros artículos de fiesta. Sus previsiones eran que la cabalgata alternativa saliera una hora antes de la oficial, pero el decreto de Alcaldía les hizo dar marcha atrás y la anularon. «Hemos preguntado a la Policía Local y nos ha dicho que de montarla nos pondrían una denuncia por la que podrían caernos hasta seis meses de prisión y cinco de inhabilitación», dijeron.

El alcalde justificó el decreto: «Las gamberradas de los quintos es un problema que en Maria tenemos cada año. Siempre estamos igual y la gente quiere que esto se acabe», manifestó Mulet.

A pesar de los desencuentros entre quintos y Ajuntament, los Reyes Magos llegaron a Maria. La cabalgata oficial recorrió las principales calles con cierta normalidad. Los bocinazos y silbidos de los quintos no consiguieron entorpecer el paso de la comitiva.

Tras la llegada de los reyes, quintos y Ajuntament llegaron a un acuerdo para que hoy una comitiva real organizada por los jóvenes repartan el centenar de regalos que algunos mariandos les han confiado. Será después del reparto oficial.