Imagen de la calle Mercancías, con bolsas fuera de los contenedores, a cualquier hora del día. FOTO: M.M.

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MARTA MEDRANO El área de Mantenimiento del Ajuntament d'Inca ha diseñado un mapa de «puntos negros» de la ciudad que están siendo controlados por policías camuflados y en los que se quiere poner en marcha un plan de choque que incentive la cultura cívica entre los ciudadanos de la Capital del Raiguer.

La concejal de Mantenimiento, Rosa Maria Tarragó, quiere aplicar técnicas de motivación de la empresa privada para lograr que el comportamiento de los inquers en cuanto a la limpieza de sus calles mejore. «La prioridad de esta legislatura es la limpieza y me gustaría que, a la larga, haya gente de Inca que sienta vergüenza por tirar un papel al suelo o dejar la basura fuera del contenedor. Eso ahora no sucede pero estamos trabajando en ello», explica.

Así, aunque de momento no se multará económicamente a quienes ensucien, tiren la basura fuera del horario establecido o no utilicen los contenedores de reciclaje como toca, sí se les advertirá verbalmente para que mejoren su actitud. Uno de los grupos de Tarragó pretende aprovechar para realizar esta tarea explicativa en las áreas de aportación es el equipo de voluntarios de la tercera edad que hasta ahora se encargaban exclusivamente de informar de los problemas del día a día de Inca al Ajuntament.

Además el área de Mantenimiento obligará a los funcionarios del Ajuntament y a los miembros de la brigada municipal a asistir a los cursos de formación que imparte la entidad Mallorca Recicla del Consell. Tarragó espera además captar voluntarios que quieran realizar estos cursillos y ayudar a informar a la gente de los comportamientos cívicos que deben seguirse.

Mejorar la recogida
Uno de los aspectos en los que también se está trabajando es la mejora de la recogida selectiva, que en el caso de Inca presenta problemas porque a menudo los contenedores están llenos.

En este sentido en septiembre se instalarán en las calles de Inca un total de 30 contenedores nuevos que reforzarán las áreas que estaban más desatendidas, como la calle Joan Fuster, la Avinguda d'Alcúdia, la calle Escorca, el recinto del Hospital Comarcal, la Avenida Reis Catòlics o la Plaza del Bestiar, entre otros.