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La «operación Voramar» de Andratx está teniendo unas repercusiones en todos los subsectores de la construcción y generando preocupación en el ámbito de los economistas, asesorías fiscales, despachos de abogados y, principalmente, entre promotores y constructores de la Isla.

Nunca hasta la fecha un sector productivo como la construcción había vivido una situación similar y tan peculiar, porque la alarma social que ha generado la «operación Voramar» está provocando una escalada de información confusa en los subsectores de la construcción, principalmente entre trabajadores, maestros de obras, empresas de suministro de materiales de construcción y empresas de transporte.

El efecto más inmediato, es que se ha producido una paralización de muchas actividades económicas, porque existe temor a que operaciones e inversiones realizadas en el municipio de Andratx se vean afectadas por decisiones urbanísticas del ex alcalde de Andratx, Eugenio Aguiló.

Entre promotores inmobiliarios y constructores, según fuentes empresariales, hay temor a que se produzcan situaciones de generalización de aceleración de pagos para evitar luego problemas. Asimismo, en los principales despachos de abogados y de asesores fiscales se están revisando operaciones de compraventa de clientes para clarificar cuestiones fiscales y de legalidad administrativa.

En el ámbito financiero la situación también es de preocupación, más aún cuando se espera que el fiscal Anticorrupción que lleva el caso ordene la posible intervención de cuentas bancarias. Algunas entidades se muestran tranquilas, puesto que afirman que se limitarán a bloquear las cuentas se que se orden, «estamos acostumbrados a estas operaciones y se trata de un simple trámite administrativo», indican representantes de bancos y cajas.