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La Unión Temporal de Empresas (UTE) encargada de la construcción de la piscina cubierta municipal de Crist Rei no ha acabado las obras antes del año 2004, tal y como se había comprometido el pasado mes de septiembre con el primer teniente de alcalde, Rafel Torres, después de que éste pidiese explicaciones por el retraso en la ejecución de un proyecto que tendría que haber estado acabado a principios del año pasado. De hecho, se puede observar que las obras se encuentran muy retrasadas y que aún faltan meses para que el proyecto se pueda dar por acabado definitivamente.

Ese mismo mes de noviembre, una vez que fue evidente que la UTE adjudicataria del proyecto volvería a incumplir nuevamente el plazo al que se había comprometido, el primer teniente de alcalde, Rafel Torres, aseguró que el Ajuntament d'Inca impondría a la constructora las sanciones previstas en el pliego de condiciones por cuestiones de retrasos en la ejecución. A pesar de esto, el responsable de Urbanismo y segundo teniente de alcalde, Bartomeu Seguí, discrepó públicamente de Torres y afirmó que su departamento no actuaría contra la empresa en este sentido por no encontrar motivos suficientes para ello.

El proyecto, que tenía un presupuesto inicial de unos 2 millones de euros financiados al 40% por el Pla d'Obres i Serveis del Consell, ha ido acumulando retrasos desde su inicio que se atribuyeron a diferencias surgidas entre la dirección de la obra y la constructora. De esta forma los extras añadidos al proyecto inicial se han disparado, y según denunció la oposición en el pleno municipal del pasado mes de noviembre, el coste de estos extras ya alcanza el 30% del presupuesto inicial del proyecto, con el perjuicio de que el Ajuntament no dispondrá de subvención para hacer frente a estos suplementos.