TW
0

T.J. ESCANELLAS
La previsión de los payeses de sa Pobla puede haber salvado la cosecha de patata primeriza para la exportación, tras las heladas que se produjeron anteanoche. Según informaba el concejal de Agricultura del Ajuntament de sa Pobla, Joan Llabrés, entre las 19.00 las 19.30 de la noche el cielo se despejó, como se había anunciado en los pasados días, y las temperaturas empezaron su descenso, que desembocó en heladas que duraron toda la noche, llegándose en algunas zonas a una temperatura de tres grados bajo cero.

Pese a todo, la mayoría de payeses estuvieron atentos a la climatología y acudieron a sus terrenos para poner en marcha los aspersores de riego que mantuviesen húmedas las plantas y así reducir el riesgo de que estas se secaran y quemasen, aunque no pudieron dormir en toda la noche. Según Joan Llabrés, «aún no ha terminado todo, ha habido años en los que hemos tenido que estar hasta mediados de marzo en esta situación», a lo que añadió que «mientras el Puig Major esté nevado, y el viento siga viniendo del norte, tendremos que estar cada noche pendientes del tiempo que hace».

Por otro lado, según las cooperativas de Muro y sa Pobla, todavía es pronto para evaluar los daños que puedan haber causado las heladas, y no se sabrá como mínimo hasta dentro de dos o tres días. En el caso de Muro, los daños son prácticamente nulos puesto que la patata primeriza es un cultivo minoritario, y su actividad agrícola principal es el cultivo de hortalizas y frutas. A pesar de las precauciones, en algunos puntos de sa Pobla se observaban patatales quemados por las heladas.