En sus primeros cuatro meses como defensor del ciudadano, ha recibido numerosas quejas de los vecinos.

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Tirso Tarragó, defensor del ciudadano de sa Pobla, realiza un balance positivo de la acogida que su figura ha tenido entre los habitantes de sa Pobla, a pesar de que aún son muchos los que hoy confunden las verdaderas funciones del defensor. «Cuando han pasado cuatro meses desde mi nombramiento, me gustaría recordar a los ciudadanos las atribuciones de esta figura pública que fue designada por Pleno», explica el defensor, que recuerda que «el defensor del ciudadano ejerce una función mediadora entre los ciudadanos y la Administración municipal intentando encontrar soluciones a cualquier problema que pueda surgir entre ambas partes».

Sa Pobla sorprendió hace cuatro meses con la designación de Tarragó como defensor del ciudadano, al ser esta figura casi desconocida entre los municipios de Balears. Sólo Calvià contaba con un representante similar. En este cuatrimestre Tirso Tarragó ha recibido todo tipo de quejas de los vecinos que ha debido transmitir a la Administración. Las molestias que ocasionan los locales y establecimientos públicos a los vecinos han sido el principal motivo de protesta, aunque además ha habido otros.

Los poblers han acudido a su defensor para manifestarle su descontento con el Consistorio por la ejecución de obras y otras actuaciones en las vías públicas. El departamento de urbanismo ha sido el más repudiado. Pero no todo ha sido negativo. Los ciudadanos también han buscado en Tarragó una fuente de información para despejar sus dudas, especialmente en aquellos apartados relacionados con los impuestos municipales y la recogida de basuras. En este último caso, el convenio firmado recientemente entre el Ajuntament y la empresa concesionaria ha generado numerosas preguntas.