Grosske y Llauger visitaron los terrenos de Alcanada en los que se construye un campo de golf. FOTO: MATEU PIERAS.

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N. DOMBLAS/J. MELIS/M. ADROVER La última sesión de la Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca de la legislatura aprobó inicialmente las Normas Subsidiarias resultantes de la moratoria urbanística aprobada hace medio año por el pleno del Consell. Estas normas afectan a 15 municipios de la Isla, todos costeros con la excepción de Bunyola, y posibilitan la reconversión en suelo rústico de una superficie total de 2.151'42 hectáreas de terrenos que hasta ahora tenían la calificación de urbanizable. La población potencial que se evita es de 97.769 habitantes.

Entre las urbanizaciones planeadas que no podrán ser ejecutadas figuran algunas de gran repercusión social, como Chopin (Valldemossa) y sa Talaiola (Santanyí). Sin embargo, el sector urbanizable más ambicioso de todos cuantos han quedado reconvertidos en suelo rústico es el correspondiente al Pla de Bunyola (30.942 plazas).

En relación al informe de la Ponencia Técnica de la CIUM, la comisión política ha introducido un importante cambio. El hotel del golf de Alcanada, que los técnicos proponían excluir de la desclasificación, ha quedado dentro. En cambio, el proyecto de Toscamar, también en Alcúdia, ha quedado fuera, por lo que podrá ser ejecutado. Esquerra Unida ha interpretado estos cambios como «un intercambio de cromos» con un resultado final «insuficiente».