Imagen de Fàbrica tomada un fin de semana del pasado mayo. | Pere Bota

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Desde 2008 hasta este mismo lunes, las calles Fàbrica y Sant Magí han incrementado su oferta de bares y restauración en 22 locales más. ‘Trastear’ por Google Street View supone todo un ejercicio de viaje al pasado. La aplicación permite caminar desde el ordenador por la calle deseada en años anteriores. Y el paseo por Santa Catalina es esclarecedor. En concreto, en la calle Fàbrica había 18 locales dedicados a la restauración en el año 2008. Dos años después se inauguró la peatonalización de esa vía. Ayer se podían contabilizar 29 restaurantes y bares, 11 más que hace 14 años.

El caso de Sant Magí también es paradigmático. En 2008 se habían contabilizado 22 bares y restaurantes, frente a los 33 de este año. En total, en estas dos vías hay 62 locales de ocio y restauración. Las imágenes de Google Street View recuerdan la presencia de comercios en 2008 como mercerías, floristerías, joyerías, esparterías, tiendas de ropa y colmados. Apenas queda rastro del comercio tradicional. Esta transformación del tejido comercial también se ha dado en Anníbal o Cotoner, donde ahora predomina la restauración y que tantos quebraderos de cabeza está dando a los vecinos del barrio.

La calle Fàbrica, en su peatonalización. Fotos: GOOGLE STREET VIEW

La misma calle, en 2018, ya peatonalizada y con terrazas.

La calle Sant Magí, en 2008, con comercios tradicionales.

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La regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, señaló que «la situación se ha ido alimentando en los últimos diez años el ocio nocturno ha ido hacia allí. Hubo años de políticas de no hacer nada y abrieron negocios uno detrás de otro». Model de Ciutat se encarga de otorgar las licencias de actividades que permiten la apertura de nuevos negocios. «En 2017 se aprobó la limitación de un máximo de tres establecimientos públicos por cada cien metros en Fàbrica. El problema es que la medida no es retroactiva y podían permanecer los bares y restaurantes que ya estaban», dijo la regidora.

Visto que el problema se extendía por todo el barrio, esta norma se expandió a toda Santa Catalina en 2019. «Ya entonces veíamos la situación preocupante», señaló Truyol. Advirtió que «tenemos que buscar un equilibrio entre la actividad diversa y que los vecinos puedan descansar, que haya otros tipos de comercios para que no haya comercios de ocio. El efecto de esta medida se verá en los próximos años». El nuevo Plan General plantea que en toda la ciudad se expanda la prohibición de que haya más de tres locales de ocio en 100 metros a la redonda. «El objetivo es que no se vayan quemando barrios», dijo la regidora.

Cierres y aperturas

Neus Truyol señaló que en 2018 el departamento de actividades concedió 12 licencias de apertura de bares, restaurantes y cafeterías, mientras que en 2019 se concedieron 10, aunque «eran locales que habían cerrado y volvían a abrir». En 2020 se dieron tres licencias, una de ellas una panadería, en 2021 tres y este año solo una.