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El Ayuntamiento de Palma mantiene este miércoles la prohibición del baño en las playas de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí que ordenó tras vertidos de aguas mixtas provocados por la lluvia, ante la previsión de que siga lloviendo y por prevención.

En las dos playas, el Ayuntamiento colocó ayer carteles de prohibición del baño por primera vez en lo que va de año, si bien el consistorio ha precisado que no se considera un cierre como tal porque al no haber comenzado la temporada de playas no hay servicios de socorrismo ni vigilancia.

Cort ha recordado que Emaya ya ha adjudicado y firmado el contrato de las obras para solucionar estos vertidos. Son las obras del colector interceptor y el tanque de laminación que «evitarán la mayoría de los episodios de vertidos en estas playas» al canalizar la lluvia y retenerla para que sea depurada.

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El Ayuntamiento ha indicado que el inicio de las obras «es inminente».

Este martes se produjeron vertidos de aguas mixtas en la estación de impulsión de aguas residuales del número 1 de la Avenida Gabriel Roca, debido a la falta de capacidad de la conducción, y también de la estación depuradora EDAR 2, provocadas por las lluvias, razón por la que se cerró al baño Can Pere Antoni, y además hubo vertidos al Torrent Gros, que derivaron en el cierre de Ciutat Jardí.

La empresa municipal Emaya tomó muestras del agua para analizarlas, a partir de las cuales se decidirá si las playas siguen cerradas al baño o no.

El alcalde de la capital balear, Antoni Noguera, precisó en octubre del año pasado que las playas de Can Pere Antoni y Ciutat Jardí se habían cerrado al baño al menos en ocho ocasiones desde el 7 de agosto por vertidos de aguas fecales.