Zapatero, durante su intervención ayer ante la prensa en Lanzarote.

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El Partido Popular cree que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el responsable de Justicia, Federico Trillo, pueden ser algunos de los dirigentes de la organización con los teléfonos «pinchados».

Fuentes del PP han informado a Efe de que ambos han podido ser escuchados por la Policía en las últimas fechas, especialmente desde que se destapara el «caso Gürtel».

Las mismas fuentes señalan que el presidente valenciano, Francisco Camps, pudiera ser otro de los máximos mandatarios del partido con el teléfono móvil intervenido. Si bien las fuentes citadas no aclaran qué pruebas les llevan a considerar que De Cospedal puede ser objeto de escuchas ilegales, aunque aseguran que está «comprobado», sí se muestran más precisos para argumentar que Trillo tiene el teléfono «pinchado».

Se remiten las fuentes a las informaciones que algunos medios de comunicación publicaron el pasado fin de semana, según las cuales Trillo habría presionado al magistrado del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana Juan Montero para asegurarse de que el auto, el que al final archivó la causa contra el presidente autonómico, Francisco Camps, no resultara perjudicial para el mandatario popular.

Pero las conversaciones que tuvo Trillo, de acuerdo con la versión de las fuentes, no fueron con el juez Montero del alto tribunal valenciano, sino con el abogado Montero que «lleva los pleitos» del Partido Popular en Madrid, por ejemplo, el «caso Gürtel».

Además, apuntan, Juan Montero fue el magistrado que discrepó del auto que sobreseyó la causa contra Camps, y así lo corroboró con un voto particular.