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EFE-PARÍS Las máximas autoridades de Francia se felicitaron ayer por la captura en Burdeos del considerado número uno de ETA, Javier López Peña, y de otros tres supuestos miembros destacados de la banda, en lo que se considera una nueva muestra de la efectiva cooperación franco-española contra el terrorismo.

Los expertos de la policía científica registraron ayer minuciosamente el pequeño apartamento de un edificio céntrico de la capital de Aquitania (suroeste francés), donde pasadas las once de la noche del martes irrumpieron agentes antiterroristas encapuchados y detuvieron a los cuatro presuntos etarras.

Peso político y militar
López Peña, 'Thierry', de casi 50 años y huido desde 1983 (cuando se le prohibió residir en el suroeste francés tras una detención) fue descrito ayer por el ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como la persona con «más peso político y militar de ETA». En el País Vasco español, fueron detenidas otras dos personas, una de ellas el ex alcalde de Andoain José Antonio Barandiarán, que supuestamente se había reunido con los detenidos en Burdeos. Se atribuye a 'Thierry', que habría desbancado a 'Josu Ternera' como jefe de ETA en 2006, la decisión de romper la tregua con el atentado en el aparcamiento del aeropuerto madrileño de Barajas, en diciembre de 2006.

Los otros tres detenidos en Burdeos, considerados como miembros del aparato político de la banda, son Ainhoa Ozaeta Mendikute (33 años), Igor Suberbiola (29) y Jon Salaberría (38).

Ninguno de los cuatro se resistió al arresto pese a estar armados. Pasaron la noche en la comisaría antes de ser trasladados de nuevo ayer al piso, esposados. A su llegada gritaron «Gora ETA» y «Libertad para el País Vasco», en euskera.

Además de las cuatro pistolas automáticas halladas anoche, la policía encontró ayer una quinta, según dijeron fuentes de la investigación, cuando aún continuaba el registro. El material incautado hasta el momento incluye una pequeña cantidad de clorato para explosivos, unos mil euros en efectivo, ordenadores portátiles, mucho material informático, diversos juegos de documentos falsos, abundante documentación interna de la banda, material para «doblar» matrículas de coche y placas falsificadas.

Asimismo se han encontrado dos coches, un Ford Focus y un Peugeot 307, robados en Francia en agosto de 2006 y diciembre pasado. Se calcula que los etarras llevaban en el piso unos seis meses viviendo de forma provisional hacinados en el habitáculo.