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EFE-MADRID/BARCELONA
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer que al proceso de paz le «está costando mucho arrancar», porque «la violencia no ha desaparecido por completo» en el País Vasco, aunque aseguró que no ha temido por su ruptura a pesar de «observar dificultades».

Para ello, «hay que decirles», dijo, que «el diálogo democrático es imposible con violencia» y «que, si de lo que se trata es de construir la paz en Euskadi sobre la convivencia, se trata de construirla respetando siempre la legalidad». A esta idea volvió al ser preguntado sobre si de las palabras de Josu Jon Imaz se puede entender que se está manteniendo de alguna manera un diálogo con Batasuna.

En declaraciones a la Ser, el titular de Interior se refirió a esas «dificultades», entre ellas que subsistan, además de la violencia, «algunos discursos políticos en la izquierda abertzale», que calificó como «poco tranquilizadores» y a los que, a su juicio, «hay que rebatir con firmeza».

Pérez Rubalcaba contestó que «si de lo que se trata es de construir la paz sobre la convivencia, lo más sensato es que los partidos políticos vascos mantengan contactos«. «En ese sentido, las opiniones de Josu Jon Imaz, que está teniendo en todo este proceso una actitud irreprochable, me resultan de interés; ahora, para que haya diálogo en democracia no puede haber violencia, es la primera regla, y segundo, el diálogo tiene que respetar la legalidad, que es la Constitución, que no se va modificar, y eso la izquierda abertzale lo tiene que conocer», señaló.

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que el proceso de paz exige «coraje, precaución y un irrenunciable compromiso democrático», y subrayó que ese intento merecería el apoyo de todos los partidos y prescindir de «toda visión partidista a corto plazo».

El jefe del Ejecutivo hizo un repaso de los avances desde el periodo de la Transición, pero subrayó que aún quedan tareas pendientes, como acabar con la tragedia del terrorismo. «El intento merece la pena, merecería también el apoyo y la colaboración de todos los partidos democráticos», añadió.