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El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, del PP, y la alcaldesa de Lasarte, Ana Urchuegía, comparecieron ayer como testigos ante la sala especial del Tribunal Supremo, donde se estudia la demanda de ilegalización de Batasuna, para narrar las presiones a las que se ven sometidos diariamente por parte del entorno radical. «Lo que trata de demostrar este proceso es una obviedad para todos», dijo Alonso, quien añadió que «hasta los niños de pecho saben que Batasuna es ETA».

La segunda sesión pública en este proceso contra Batasuna se inició con la comparecencia del dirigente popular, quien, a preguntas del fiscal José María Luzón manifestó que 16 de los 27 concejales de Vitoria, que pertenecen a PP, PSOE y Unión Alavesa, precisan escolta. Añadió que los otros tres ediles que salieron por la lista de EH utilizan el Ayuntamiento «como plataforma para luchar por los intereses de ETA».

Para Alonso, otra prueba de que Batasuna es lo mismo que ETA está en que son inumerables los miembros de Batasuna que han sido condenados por acciones de ETA, por lo que, cree, la formación incurre en los supuestos de ilegalización que contempla la Ley de Partidos. Además, añadió, estos ediles nunca condenan los atentados y acuden a manifestaciones donde se dan vivas a ETA. «Es indigante tener que compartir la corporación con estas personas», añadió.

La socialista Ana Urchuegía fue la segunda en comparecer. La alcaldesa de Lasarte entró en la sala acompañada por la candidata a la Alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, quien destacó su «valentía y fortaleza». Urchuegía manifestó que en su Ayuntamiento hay violencia verbal casi todos los plenos por parte de los cuatro ediles de EH y que, en ocasiones, causan problemas de orden público que han motivado la suspensión de las sesiones.