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El subdirector de Tratamiento del centro penitenciario de Nanclares (Alava), Pablo Martínez, destituido ayer de su cargo, se mostró partidario de la excarcelación del etarra Félix Ramón Gil Ostoaga, cuya puesta en libertad causó una polémica en octubre pasado, aseguraron a EFE fuentes próximas al funcionario. Martínez fue destituido de su cargo por «cuestiones organizativas», según fuentes de Instituciones Penitenciarias.

El pasado mes de octubre, la jueza de vigilancia penitenciaria, Ruth Alonso, decidió pasar a tercer grado a Gil Ostoaga, condenado a 298 años por seis asesinatos, y concederle la libertad condicional, tras cumplir trece años de prisión. Esta decisión provocó una polémica y fue recurrida por la Fiscalía. Un mes después, el etarra Gil Ostoaga apareció muerto en Guipúzcoa.

La Junta de Tratamiento de la prisión de Nanclares (Alava), de la que formaba parte el destituido Martínez, estudió la concesión del tercer grado a Gil Ostoaga cuando lo solicitó el pasado mes de abril, y le fue denegado, tras lo cual el preso se lo pidió directamente a la juez. La magistrada solicitó informes individuales a cuatro funcionarios, y uno de los partidarios de la excarcelación, según estas fuentes, fue el subdirector destituido.

Ruth Alonso señaló entonces que su decisión de excarcelar a Gil Ostoaga se tomó tras valorar los informes técnicos preceptivos «que eran todos favorables» a su excarcelación. El secretario general de ELA, José Elorrieta, defendió al subdirector de Tratamiento de la prisión de Nanclares, de quien dijo que ha sido destituido por su «celo profesional en la defensa de los derechos de los presos».