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Según las previsiones que nos pasó el Comité de seguimiento de la marea negra de O Grove, instalado en las dependencias de la cofradía de pescadores San Martiño, el chapapote -o piche, como también se le denomina, aunque menos- a lomos de un mar encrespado por un viento que sopla a más de 100 km/h, estará -si es que no lo ha hecho ya- rondando la entrada de la ría de Arosa, en uno de cuyos municipios pontevedrenses, O Grove, nos encontramos desde la noche del sábado.

Así que los que vayan a Muxía, a nada que la pisen habrán de ir deprisa al polideportivo a dejar las cosas y a cambiarse para empezar a trabajar, y los de O Grove, pues lo mismo: directos al hotel Amandi, sito en la calle más comercial de la ciudad, a unos doscientos metros de la sede de Protección Civil local, ¡y a currar! Mientras tanto, sepan que O Grove, posiblemente el productor mejillonero más importante del mundo -y también de otros tipos de marisco-, está al acecho.

Así que pintan bastos porque de no mediar un milagro, que sería que cambiara la dirección del viento, como sucedió en la segunda marea, hace dos semanas, la expedición mallorquina, tanto la que sale a las seis de la madrugada con destino Muxía, como la que sale cinco horas después camino de O Grove, ambos lugares en plena Galicia de la Mancha, van a tener trabajo a destajo, puesto que, como decimos, las previsiones no son buenas y encima, los voluntarios que han estado por estos pagos a lo largo del fin de semana se habrán ido, por lo que tendrán que tirar con lo que haya, entre otros de nuestros queridos paisanos, que para eso vienen.

Sepan también -y creo que no les descubro nada- que al igual que el resto de Galicia, sigue alucinado ante la actitud del Gobierno, tanto central como de la Xunta. «Que estuviera el presidente José María Aznar en A Coruña no significa nada -se lamentaba un miembro de la junta de crisis-. Encima, ni pisó la arena ni el fuel como hacen a diario miles de voluntarios, sino que habló desde un lugar apartado de la playa, desde donde anunció, tras decir que llega a Galicia con los deberes hechos, que nos van a dar no sé cuantos cientos de millones de euros para paliar los gastos, y que tienen preparados a cinco mil voluntarios del Inem por si llega la marea. Y eso y nada es lo mismo, pues lo que quisiéramos los gallegos es que mientras tanto, y ya no hablamos desde el primer día, sino desde ahora, ellos, el Gobierno, tanto el de aquí como el de Madrid, estuvieran con nosotros, a nuestro lado, y no en la distancia, diciendo que lo tienen previsto si llega la marea».
(Algunos de O Grove dicen que si Aznar no llegó antes a Galicia, y si cuando llegó no fue a la playa a ver a los voluntarios luchando contra el chapapote, fue porque se enteró de que los médicos habían advertido a la población que no debía acercarse al chapapote ni fumando, ni con barba y bigote a no ser que estuvieran bien rasurados. El director de Protección Civil, Victor Otero, explicó que la misión que aguarda a los de Balears será sobre todo logística.