Juan José Asenjo (d.) y Eugenio Romero, durante la rueda de prensa que ofrecieron ayer.

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Con ocho votos en contra y cinco abstenciones los obispos españoles aprobaron esta mañana el documento sobre el terrorismo, en el que califican el nacionalismo totalitario de ETA como «gravemente inmoral» y afirman que «no es moral cualquier modo de propugnar la independencia» y «la creación de un nuevo Estado». Las naciones, aisladamente consideradas, no gozan de un derecho absoluto a decidir sobre su propio destino, dice el documento, que agrega que «la doctrina social de la Iglesia reconoce un derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no en el de una secesión».

El texto, hecho público con la categoría de «Instrucción pastoral» sobre «la valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias», dice refiriéndose a ETA que el terrorismo es una realidad intrínsecamente perversa, nunca justificable, que debe ser calificada como una «estructura de pecado». La instrucción, no obliga a los obispos que han votado en contra aunque el portavoz de la Conferencia, Juan José Asenjo, afirmó que «sería una temeridad» «si no aceptaran la colegialidad y el sentir de la mayoría».

En España, dicen los obispos, el terrorismo de ETA «se ha convertido desde hace años en la más grave amenaza contra la paz porque atenta cruelmente contra la libertad de las personas y ciega el conocimiento de la verdad, de los hechos y de nuestra historia». «El recurso al terror, junto con el intento de su justificación política ante la sociedad a la que se aterroriza es lo que da un carácter específico a la violencia terrorista». «Hay que denunciar sin ambages esta concepción inicua, contraria a la moral cristiana, que pretende equiparar la violencia terrorista con el ejercicio legítimo del poder coactivo que la autoridad ejerce en el desempeño de sus funciones», dice el texto.