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Las declaraciones realizadas por el presidente del Gobierno, José María Aznar, este fin de semana, en las que aseguraba que «ningún partido ha pagado el brutal tributo que ha pagado el PP a manos de ETA por las libertades de todos», han dado mucho de qué hablar en las filas socialistas, que han pedido al presidente que no vuelva a utilizar a las víctimas del terrorismo en un debate político y acabe inmediatamente con esta táctica.

El Ejecutivo ha salido al paso asegurando que el recuerdo de las víctimas y «los compañeros asesinados» es algo «absolutamente legítimo, defendible y plausible». El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó a Aznar de «tomar el camino equivocado» cuando «patrimonializa» a las víctimas en su intento de acabar con ETA. Del mismo modo, el presidente del partido, Manuel Chaves y el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, lamentaron las declaraciones de Aznar y señalaron que lo que mejor podría hacer el presidente sería abandonar este debate porque «¿qué van a pensar la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía que son los que más víctimas han tenido en los últimos años?».

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, también consideró desafortunadas las declaraciones de Aznar y dijo que no está nada bien que los partidos políticos se dediquen a contar y recontar el carnet político de las citadas víctimas. El ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, salió a la defensa del presidente pidiendo a Zapatero que retire sus críticas que parecen propias de «alguien que no tiene sentimientos». «¿Cómo se puede objetar que un partido se acuerde de sus compañeros asesinados en un congreso?», dijo y añadió que honrar la memoria de las víctimas es una obligación de toda organización política que defiende el derecho a la vida.