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Gobierno y partidos políticos condenaron ayer los atentados de ETA en Fuengirola y Marbella y el intento de la banda de aprovechar la expectación internacional en torno al Consejo Europeo, que pone fin a la presidencia española de la UE y que reúne en la capital andaluza a los Quince.

«No hay que descartar que se produzcan nuevos acontecimientos de estas características», dijo Mariano Rajoy, alertando sobre una posible ofensiva de ETA contra intereses turísticos. Para el vicepresidente, el atentado de Fuengirola demuestra que la banda terrorista «sigue teniendo capacidad operativa». El director general de la Policía, Juan Cotino, no se mostró sorprendido ya que la banda terrorista ya había anunciado en su último comunicado que pretendía atentar durante la Cumbre. «ETA mata siempre que puede», dijo, evitando aclarar el verdadero objetivo de la banda terrorista.

Cotino no quiso aventurar si los atentados son obra de un comando itinerante o un operativo estable de la banda terrorista en Málaga o Andalucía, pero sí dijo que «toda apunta» a que los dos actos han sido cometidos por los mismos etarras.

El ministro Portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, lamentó los atentados y aseguró que las Fuerzas de Seguridad del Estado están alerta ante la posibilidad de que ETA intente nuevas acciones aprovechando la Cumbre de Sevilla.

Dado que el único herido grave por los atentados es un ciudadano británico, el Gobierno español transmitió «de forma privada» su solidaridad a los representantes del Reino Unido en la Cumbre.

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Jon Imaz, recordó que el jueves, con «cinismo y sarcasmo, ETA lanzaba un mensaje a todos los Gobiernos europeos sobre cómo tenían que actuar ante la situación vasca y el terrorismo. Pues hoy (por ayer), coincidiendo con la cumbre de Sevilla, todos los Gobiernos europeos han recibido el mensaje de ETA».