En torno a 400 inmigrantes magrebíes permanecen encerrados desde la
mañana de ayer en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla en
protesta por su situación laboral. Este colectivo protestan porque
la contratación de ciudadanos de Europa del Este les ha condenado a
trabajar «sólo los días festivos y en las puntas de producción».
Según explicó CGT, los inmigrantes permanecerán encerrados hasta
que consigan el permiso de residencia y trabajo.
«La situación de trabajo precario ha imposibilitado a los
inmigrantes a subsistir dignamente hasta el punto de tener que
vivir en chabolas y comer de programas de ayuda humanitaria, en una
situación favorecida por las organizaciones empresariales con el
beneplácito del Gobierno y de UGT y CC OO», explicó CGT.
Por dicho motivo los 400 magrebíes se encerraron en la
Universidad, donde les fueron cedidos dos pabellones y donde
anunciaron que permanecerán hasta conseguir su «regularización
inmediata». Según informó CGT, el objetivo es realizar «legal y
dignamente los trabajos que habitualmente venimos desarrollando en
el campo andaluz».
Después de una reunión de la Comisión Gestora de la Universidad,
se decidió nombrar a un comité de interlocución integrado por
miembros del profesorado, del personal de administración y
servicios y de los estudiantes, que además contará con la
participación del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. Por su
parte, Chamizo expresó su voluntad de colaborar para encontrar una
solución al conflicto. Fuentes de la oficina del Defensor
resaltaron la complejidad de atender cada una de las demandas del
colectivo de inmigrantes, debido a que al ser tantas personas, la
situación legal de cada persona es distinta.
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