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El portavoz del Gobierno y ministro de Industria y Enegía, Josep Piqué, afirmó ayer, tras conocer la exposición motivada que el juez Garzón ha elevado al Supremo al encontrar indicios para inculpar al ex presidente del Gobierno, Felipe González, en el sumario «Oñaederra», que no cree que pueda ser celebrado ver a un ex presidente del Gobierno «mezclado» en este tipo de asuntos.

«No creo que sea algo que pueda ser celebrado por nadie el hecho de ver a un ex presidente del Gobierno, que merece todo el respeto institucional, que esté mezclado en este tipo de asuntos», afirmó el portavoz del Ejecutivo. Piqué, que conoció la noticia durante la rueda de prensa tras el Consejo de ministros, recalcó que la valoración del Ejecutivo sobre este asunto es la habitual en todos los casos referidos a la Justicia. Así, expresó el «respeto» del Gobierno a las actuaciones judiciales, a la independencia del Poder Judicial y el funcionamiento del Estado de Derecho, y subrayó la «plena confianza» que tiene el Ejecutivo en él mismo y en la Justicia. Apuntó, además, que será a la Sala Segunda del Tribunal Supremo a quien corresponderá tomar ahora uan decisión, aunque antes tendrá que incorporar las opiniones de la fiscalía. «No creo que corresponda hacer ningún tipo de comentario», concluyó.

El líder de IU, Julio Anguita, afirmó que supone que el juez de la Audiencia Nacional «tendrá sus razones» cuando ha preguntado al Tribunal Supremo si puede imputar al ex presidente del Gobierno Felipe González en el caso «Oñaederra».

La diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, dijo que «la historia sólo permite pasar página cuando se conoce todo lo que ocurrió y se condena a todos aquellos que participaron», en referencia a los GAL, y agregó que «es absolutamente necesario que, de una vez por todas, se esclarezca lo que ocurrió».

El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Manuel Silva, aseguró por su parte que su grupo siempre respeta las decisiones judiciales, pero insistió en que desde el punto de vista político su formación siempre ha sostenido la necesidad de «pasar página» en todo lo que rodeó al GAL.