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La Guardia Civil detuvo ayer a Mikel Egibar, presunto enlace con los etarras arrestados el pasado martes en París, mientras que la Policía francesa encontró un piso deshabitado con cerca de 300 kilos de material utilizado para fabricar explosivos.

Por otra parte, respecto a las investigaciones que llevaron el miércoles a desarticular al «comando Donosti», la Policía cree que los dos liberados de la banda detenidos (Sergio Polo y Kepa Etxeberría) no participaron directamente en los asesinatos de los concejales del PP en el País Vasco y Navarra, aunque sí alguno de los legales (no fichados) pudo hacer labores de información para estos atentados. Tras la detención en Francia el martes del jefe de los comandos ilegales de ETA, José Javier Arizcuren «Kantauri» y otros cinco terroristas, la Guardia Civil arrestó a Egibar, ex responsable de relaciones internacionales de HB en Bruselas y actual responsable en París, en la localidad guipuzcoana de Zizurkil en una operación calificada como «fleco complementario» por el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.

En su domicilio fue encontrada abundante documentación y material durante un registro practicado por los agentes, quienes le arrestaron por un presunto delito de colaboración con banda armada debido a su supuesta actividad a favor de la organización terrorista. El detenido fue trasladado a Madrid para prestar declaración ante la Guardia Civil, primero, y luego en la Audiencia Nacional, donde no figuran causas abiertas contra él. De forma paralela, agentes galos interrogaron y luego dejaron en libertad a dos franceses y un italiano cuyas identidades no fueron reveladas y cuya dirección figuraba entre la documentación intervenida a «Kantauri» y sus compañeros.