Manuel Palomino comparece en la comisión que investiga el caso Koldo y presuntas irregularidades en los contratos sanitarios durante la pandemia, este lunes. | Javier Lizón

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Manuel Palomino, exdirector general del IB-Salut, abrió una intensa jornada de comparecencias en el Congreso de los Diputados, dentro de la Comisión de Investigación por el 'caso mascarillas' o 'caso Koldo', relacionado con la trama de corrupción vinculada al exasesor del Ministerio de Fomento en referencia a la compra de material sanitario durante la pandemia de la COVID-19. En la comparecencia estuvieron presentes diputados por Baleares como Vicenç Vidal (Sumar-Més), José Vicente Marí Bosó (PP) o Jorge Campos (Vox).

Palomino realizó una introducción, presentando el funcionamiento y la estructura del IB-Salut, recalcando que los cambios de gobierno no afectan a la tramitación de los expedientes y repasando la cronología de la pandemia y su desarrollo a nivel administrativo. El exdirector general incidió en que Baleares competía «en inferioridad» respecto a otras comunidades y optó por comprar proveedores que ofrezcan «rápido servicio», especialmente a través del mercado chino y mediante contactos con empresarios chinos. Con ello consiguieron, aseguró, paliar la necesidad y el déficit agravado por la insularidad porque «no recibíamos suficiente material de Ministerio.

Después de enumerar la lista de proveedores, dejó un espacio al margen para Soluciones de Gestión, empresa investigada por su vinculación al ‘Caso Koldo’. «En el peor momento de la pandemia, se contactó con más de 73 empresas», explicó. En cuanto a los EPI (Equipos de Protección Individual), desgranó también el procedimiento legal y de importación. Y puntualizó que recibió «una llamada de Fomento, interesándose por nuestra situación y nos ofrecieron participar de un envío. Se nos dio un contacto, contactamos por WhatsApp y se presentó como asesor del Ministerio, se trataba del señor (Koldo) García. Por ello, me remite al responsable operativo de la empresa y se le pone en contacto con el departamento de Compras para tramitar la adquisición de más de un millón de mascarillas KN95 a 2’50 euros cada unidad. Las mascarillas tenían informes de auditoría y garantía y el pago se hizo al recibir las mascarillas», explicó, a la vez que apuntó que «las mascarillas quedaron como stock de seguridad, especialmente para profesiones esenciales».

Explicó Manuel Palomino que recibió «una llamada del Ministerio de Fomento en abril de 2020, no recuerdo de quién, y me preguntan si necesitábamos material, y más sin son KN95 o FFP2. Este señor me envía el teléfono de un asesor del ministro. Llamaron a través de la centralita del Servei. Yo contacto con el señor (Koldo) García, pero no recuerdo quién me facilitó y me dio ese número», aseveró el que fuera uno de los responsables de Salut durante la pandemia.

Preguntado por la solvencia de la empresa proveedora por parte de Marí Bosó, Palomino recordó que todo le recuerda que «lo absurdo se convierte en lógico». Y apostilló que «se da de alta a Soluciones de Gestión y se comprueba su fiabilidad para darla de alta en el sistema». Tras ello, recalcó que el Servei de Salut cubría «residencias, vacunódromos, puertos y aeropuertos. Antes de recibir esas mascarillas administramos mascarillas para profesiones esenciales. Queríamos tener un stock de seguridad y destinar el FFP2 a lo urgente y necesario» ante un momento de emergencia sanitaria.

Prosiguió recordando que «los cuatro anteriores proveedores eran de China y teníamos que hacer provisiones económicas con anterioridad. La línea del pedido dice KN95-FFP2. Lo reclamo en el tercer año porque tengo 4 años. Lo hice en plazo. El Servei de Salut ganaba así un stock de seguridad», apostilló sobre ese lote inservible para uso hospitalario.

Comparecencia de Manuel Palomino en la comisión del Caso Koldo

Marí Bosó incidió en el hecho de que «el 28 de abril saben que no valen esas mascarillas… pagan el 5 de mayo y el 8 de junio llega el certificado que dice que no son FFP2, que son de uso domiciliario. ¿Por qué se esconde ese certificado?», preguntó, reiterando que informó a su superior «inmediato, el director general del IB-Salut».El diputado popular por Baleares le echó en cada que «desde el 28 de abril, todo fue proteger a la empresa, no eran FFP2; lo esconden, protegieron a la trama Koldo en todo momento. Conteste: ¿quién del Consell de Govern o del PSIB le puso en contacto con Koldo García?», cuestionó de nuevo a Palomino, quien respondió molesto. «Este señor me está achacando un delito. Me merezco una cierta protección. Si le parece que la protección de la población balear no es una urgencia… cuestionar eso es un despropósito», afirmó visiblemente enfadado.

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A preguntas de los representantes del PSOE, negó Palomino que se la instara «a comprar con alguna empresa en concreto» y negó injerencias de parte de Francina Armengol ni de nadie del Govern o el PSOE en el este asunto, además de enfatizar las «dificultades» y explicando de nuevo que la aparición de Soluciones de Gestión llegó a través de una llamada desde del Ministerio de Fomento. «La prueba de que no conozco a nadie es que me dan ese número, nos informan de una gran importación, nos invitan a participar y luego lo comprobamos. El WhatsApp dice 'soy Manuel Palomino, me han facilitado este contacto porque organizan una importación de mascarillas. Pásenos los datos técnicos'. Después recibo una llamada de ese señor, y me da el conytacto de Iñigo Rotaeche, que me envía ese mail en el que se dirige a mí como 'estimado', sin tener conexión anterior, aunque desde ahí se ha creado un bucle. Se lo envío al subdirector de compras y entra en el circuito y el procedimiento habitual», aseguraba Palomino ante la Comisión.

Comparecencia de Manuel Palomino en la comisión del Caso Koldo

Y se mantuvo firme en su discurso. «Nadie del PSOE ni del Govern me dio ese contacto y pongo mi WhatsApp a su disposición», reiteró, añadiendo que «si reclamábamos antes, habríamos bloqueado el stock. Teníamos cuatro años y un expediente de emergencia lleva una enorme complejidad». Y sobre el traspaso de poderes al nuevo Govern del PP, el subdirector de compras (Antoni Mascaró) sigue hasta el 30 de septiembre, entiendo que se habló en los diferentes despachos del asunto», dejando de lado entrar en polémicas o juicios posteriores. «Yo soy militante socialista, pero también un gestor, y no voy a criticar a un gestor anterior a mí, por mucho que se diga de mí», sentenció.

«Al señor Koldo García no le recuerdo. Le he tenido que recuperar a través de todo lo que ha pasado», respondió a preguntas de Jorge Campos (VOX). «Reprocharnos que hemos hablado con un asesor del Ministerio de Fomento en ese momento...», le espetó Palomino a Campos, informando que ese material «se quedó en Son Dureta como stock de seguridad y luego al de Marratxí. Se catalogaron de manera diferente para que no llegaran a los hospitales», apuntó.

Palomino respondió a Campos en el cierre de su intercambio con un «le deseo que usted sea capaz de recordar lo que pasó en 2020 y lo contextualice», después de que el diputado del Vox le pidiera al exdirector general del IB-Salut «que cuide esas faltas de memoria».

«No han sido transparentes, es intolerable que hayan generado dudas y hayan dado lugar a bulos», le reprochó a Palomino Vicenç Vidal, diputado del Sumar Més en el Congreso, quien apuntó hacia los cambios de opinión y las dudas sobre la calidad de filtración de las mascarillas. Vidal le preguntó por qué no había hablado con otros responsables políticos que tuvieron dudas en su momento, respondiendo el que fuera gestor del IB-Salut que el proveedor sirve a otros ministerios y empresas públicas.

Comparecencia de Manuel Palomino en la comisión del Caso Koldo

«El Ministerio de Fomento no nos aconseja, nos informa de que tiene espacio para otras administraciones», respondió ante el motivo que les movió a trabajar con Soluciones de Gestión. Tras ello, Vidal cuestionó por qué cantidades cobraron los intermediarios con las empresas chinas. «Encontramos a un empresario acreditado como auditor -Calatayud-. Iba a ir Mar Rosselló a Shanghai, pero cierran el aeropuerto y, afortunadamente, por importadores hoteleros, encontramos a este señor», explicó Palomino, quien dejó claro que no tiene «nada que ocultar».

ERC también entró en escena en la comparecencia y lo primero que se les cuestionó en si su cargo era de perfil técnico o político como director general del IB-Salut. «Es más equiparable a un alto funcionario», dijo Palomino. «No es un cargo político, no se puede considerar», añadió. Regresando a la llamada del Ministerio de Fomento, la sitúa en un área «funcionarial». Sobre si era extraño que la persona intermediaria fuera un asesor del Ministerio se le cuestionó, saliendo al paso al asegurar que «si ahora me dice cuál es la función de un asesor, la desconozco», recordando durante su intervención que se presentó Koldo García como «asesor del Ministerio».

Del precio no habló con Íñigo Rotaeche, «porque la administración no debe negociar, debe documentar e interpretar, que sean los informes técnicos los que resuelvan. Yo no tengo que hablar con nadie, y de hecho desde la empresa se me reprocha que no les atienda», continuaba Manuel Palomino, quien hizo un agradecimiento final a los profesionales sanitarios que estuvieron en la primera línea y a los profesionales que ayudaron a gestionar la pandemia, además de al equipo de dirección del IB-Salut y a todas las gerencias que trabajaron para gestionar esa pandemia.