Imagen de la marcha del Moviment de Mallorca (MFM), que salió a las 19.00 hora desde el Parc de ses Estacions. | Jaume Morey

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La herida sigue abierta y es el segundo año que la lucha feminista en Mallorca por el 8-M, Día Internacional de la Mujer, se separa. Miles de personas tiñeron de lila las calles de Palma, pero en dos movilizaciones. Por un lado, la que organizó el Moviment de Mallorca (MFM), que salió a las 19.00 hora desde el Parc de ses Estacions. Por otro lado, la marcha de la Coordinadora Transfeminista de Mallorca, que también inició su recorrido a las siete de la tarde desde la Plaça de la Porta Pintada. Ambos recorridos terminaron en lugares distintos.

Fortes, juntes i dempeus es el lema que acompañó al Moviment Feminista de Mallorca con las cerca de 3.000 personas –según datos policiales que recogió la Delegación del Gobierno– que se sumaron a esta manifestación. María José Busquets y Anna Prats, portavoces del colectivo, destacaron, minutos antes de salir que «el 8-M es un día clave donde las mujeres son las protagonistas y, a pesar de la lucha feminista, estamos lejos todavía de conseguir nuestros objetivos».

Esta movilización recorrió las Avingudes, Rambles, carrer Unió hasta finalizar en es Born. A algunos de los participantes se les preguntó sobre esta fractura en un día como el 8-M, donde debería prima la unión:«Me he enterado hoy que había dos manifestaciones. He venido a la del Moviment Feminista porque es la que sigo desde hace tiempo», opinaron Miriam y María junto a su grupo de amigas.

Pancartas con frases reivindicativas como ‘Mamá, tranquila que hoy no voy sola por    la calle’, ‘No habría genocidio si Netanyahu fuera feminista’ o ‘Sin comunidad no hay liberación’ acompañaron a los asistentes durante el recorrido que duró casi dos horas.

Las y los jóvenes centraron las protestas, sobre todo la del Moviment Feminista que aglutinó más participantes. Sin embargo, hubo una importante participación de mujeres mayores, así como hombres. «Tengo la sensación de que otros años    había más gente», lamentó un manifestante junto a su hija pequeña. Esta misma percepción se repitió entre más personas. Durante la marcha, y a modo de performance, se sentaron en el suelo mientras gritaban, al unísono, «una sentada por cada asesinada».

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«Feminismo de clase»

La Coordinadora Transfeminista celebró su segundo acto por el 8-M. Este año, sumaron 1.600 (según avanzó la Delegación del Gobierno) asistentes, un dato muy similar al de 2023 –hubo 1.400 participantes según datos policiales–. Este colectivo nació para dar voz a la «diversidad colectiva» tras detectar «tendencias tránsfobas» entre el Moviment Feminista de Mallorca.

Marta Roig, portavoz de la Coordinadora, aseguró que no le gustaban hablar de fractura con el Moviment Feminista, sino que «llegó un punto en que no nos sentíamos representadas o incluidas». Por eso, explicó, «vimos la necesidad de crear un espacio donde se lleve un feminismo de clase y combativo, que cuente con las más reprimidas y se aleje de los discursos tránsfobos –en alusión a lo que supuestamente percibieron entre el colectivo feminista–».

Su marcha comenzó al son de la batucada –ambas manifestaciones contaron con distintos grupos de batucadas–. La mayoría de los asistentes eran jóvenes y muy diverso. Preguntando a los asistentes, llamó la atención que no supieran que el 8-M de este año contara con dos manifestaciones de dos colectivos distintos:«No lo sabía. En mi caso, sigo a la Coordinadora y pensaba que era la única marcha», aseguró Sofía. Teresa, otra asistente defendió la importancia de un día como el 8-M para «alzar la voz».     

Mientras, Gemma y Mar, que sí conocían la fractura, reconocieron estar apoyando a la Coordinadora porque «no creo que sea bueno que un colectivo excluya a otras mujeres. Me supo mal los otros años que no tuvieron en cuenta a distintas personas. Es intolerable y por eso defendemos esta manifestación», destacaron. Además, añadieron que «el Día Internacional de la Mujer es un día para reivindicar la lucha, aunque cada mujer debería ser activista del 8-M todos los días».

El Partido Popular y el Partido Socialista defendieron la manifestación del Moviment Feminista, así como los sindicatos UGT y CCOO. Por otra parte, la Coordinadora Transfeminista acogió a representantes de Més, Podemos y entidades como Alas, Amnistía Internacional o CGT - Confederació General del Treball de Balears.