Así vivieron los pasajeros del 'Britannia' el choque contra el petrolero en el Port de Palma. | Youtube: Wales Online

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Tres días después, continua la resaca del temporal que azotó Mallorca este domingo. Una de las incidencias más graves que dejó a su paso tuvo lugar en el Port de Palma, donde aún este miércoles se sigue descargando combustible del petrolero dañado tras chocar contra un crucero comercial, arrastrado por las fuertes rachas de viento. Una noticia que ha traspasado fronteras y de la que poco a poco se van conociendo más detalles.

«Estábamos en la escalera al lado del bar Sunset. [...] Se escuchó un fuerte estrépito en el bar y la puerta se abrió de golpe y la gente entró corriendo. En cuestión de segundos hubo más choques seguidos de caos mientras la gente intentaba escapar del ataque del viento y la lluvia», ha contado el pasajero Ricky Stubbs al periódico The Guardian.

Eran cerca de las once de la mañana del domingo y el crucero 'Britannia' acababa de colisionar contra el petrolero 'Castillo de Artega' en el Port de Palma. Las fuertes rachas de viento habían roto las amarras de la embarcación comercial y la habían llevado a chocar directamente contra el petrolero. «Otros huéspedes y el personal hacían entrar a la gente. Se podía ver claramente que algunos tenían heridas debido a caídas o escombros volando, y la gente estaba angustiada. Un par de minutos más tarde, el capitán se acercó por el altavoz y pidió a todos los invitados que regresaran a sus habitaciones hasta recibir más instrucciones» detalla Stubbs.

Los medios británicos han recogido en las últimas jornadas testimonios de sus compatriotas a bordo. Otro de los que se encontraban en el barco en el momento del choque, Gavin McCoy, concreta que el «drama inesperado» comenzó cuando «el servicio de bomberos local y el equipo realizaban un simulacro de emergencia». En ese momento, McCoy estaba «sentado junto a la ventana de la cafetería, ylo primero que vimos fueron las carpas azules de la marquesina de recepción junto al muelle flotando en el aire». «Nos alejamos mucho del atracadero y colisionamos con un buque de carga cercano», añade. Era una «locura», las tumbonas «empezaban a voltearse», describe el pasajero Dale Hopkin a la televisión pública británica. «No podía creer lo que estaba viendo», suscribe la turista Tracey Hopkin.

Pese a la estremecedora situación que narran y de la que dan cuenta las imágenes grabadas por los pasajeros, desde el interior del crucero, asegura Stubbs que se respetaron las indicaciones de la tripulación: «El capitán hizo anuncios cada 10 a 15 minutos una vez que regresamos a nuestros camarotes e hicieron un gran trabajo en una situación estresante».