Angus Davidson, con dos caracoles.

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Seis años después de la muerte del caracol zurdo Tomeu, posiblemente el más popular en la historia de Mallorca, Angus Davison y Philipe Thomas parecen haber dado con la clave genética que explica cómo se definen los lados derecho e izquierdo de los cuerpos de los animales, incluido el de los humanos. La posición invertida de los órganos internos (situs inversus) ha sido descrita por distintos especialistas a lo largo de la historia, desde el siglo XVII.

«Hemos aprendido que los zurdos suelen girar a la derecha, al menos si eres un caracol de jardín. Sin embargo hemos demostrado que en algunos caracoles el enrrollamiento a la izquierda es una condición hereditaria. Esto puede ayudarnos a comprender cómo se definen los lados derecho e izquierdo de los cuerpos de los animales, incluidos los humanos. El trabajo no habría sido posible sin la ayuda de la gente de las granjas de caracoles de España (también de Tomeu) y del criador de caracoles francés», ha dicho Davison sobre la investigación.

La odisea del pequeño caracol binissalemer dio en 2016 la vuelta al mundo. El genetista Angus Davison acababa de lanzar una campaña internacional para buscar un novio zurdo para su caracol bober Jeremy cuando Miquel Salom detectó un ejemplar con las mismas características en su granja de caracoles de Binissalem. Lo bautizó con el nombre de Tomeu y lo envió por mensajería a la Universidad de Nottingham. Tomeu fue el primer ‘novio’ del caracol británico con el que tuvo centenares de hijos, todos diestros.

El caracol zurdo Tomeu, pasea a dos de sus hijos diestros sobre su concha.
El caracol zurdo Tomeu, pasea a dos de sus hijos diestros sobre su concha.
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Davison quería estudiar el origen genético de la posición invertida de los órganos que se da tanto en animales como en humanos. El problema es que en el caso de los caracoles, además de tener el caparazón con imagen de espejo, los zurdos también tienen los genitales en el lado opuesto y eso impide que puedan reproducirse con caracoles diestros. Se calcula que hay un caracol zurdo (con la concha enrrollada en el sentido contrario a las agujas del reloj) por cada millón de diestros. De ahí la dificultad de emparejarlos para estudiar su descendencia.

Tomeu fue la primera pareja de Jeremy, pero no la única. Poco después llegó a la universidad un segundo ejemplar, Lefty, con el que Tomeu siguió procreando. Todos sus hijos una vez más fueron diestros. Tras la muerte de Tomeu, el científico estaba pendiente de analizar las siguientes generaciones para saber si, tal y como sospechaba, podrían ser portadores de un gen recesivo. Finalmente el trabajo dio sus frutos, gracias a la incorporación de los ejemplares zurdos de un criador francés.

En marzo de 2021 nació el primer caracol zurdo en laboratorio. Sus padres son portadores de «un gen zurdo recesivo parcialmente penetrante». Este nacimiento ha dado un vuelco a la investigación que hasta entonces empezaba a creer que el efecto espejo podría deberse a un «accidente de desarrollo». «Sospecho que Jeremy y el caracol francés tienen una versión del gen que incrementa la tendencia a que sus órganos se formen al revés. Mi ambición es identificar ese gen. Si se da la circunstancia de que el mismo gen está presente en nuestros cuerpos podría contribuir a entender la asimetría de nuestro cuerpo», dice Davison. Tomeu compartiría ese mismo gen.

Tras la muerte de Jeremy, el pequeño caracol mallorquín llegó a formar parte de una competición internacional para seleccionar a cinco animales raros del mundo, candidatos a descifrar su genoma. A pesar de que su candidatura recibió numerosos apoyos internacionales acabó perdiendo frente a un tiburón gato. Tomeu murió en octubre de 2018 y su cuerpo fue congelado a 40 grados bajo cero para futuras investigaciones. Su concha regresó a Mallorca y desde entonces ha sido exhibida en una urna de metacrilato en la Caragolera de Binissalem que el próximo mes de diciembre cierra definitivamente sus puertas.