Una barcas de limpieza marina recoge plásticos a tres millas de la costa. | CAIB

TW
5

Desde el año 2004 la Conselleria de Medi Ambient ha recogido 725 toneladas de residuos del mar balear de los que entre el 50 y el 55 % son plásticos. El servicio de recogida de residuos del mar que lleva a cabo Abaqua (aunque las aguas exteriores son competencia del Gobierno central y las playas de los ayuntamientos) solo se hace durante la temporada alta turística, entre los meses de junio y septiembre. La Estrategia 2030 Medi Ambient, que ha elaborado una treintena de expertos a petición del Consell de Mallorca, pide ahora a la administración que la recogida de plásticos en el mar se extienda a todos los meses de año aplicando así criterios ambientales en lugar de turísticos. Solicita también que se implanten en las depuradoras sistemas de filtrado que eviten que los microplásticos lleguen al mar.

Noticias relacionadas

Guillem Rosselló, gerente de Abaqua, descarta de entrada ambas cuestiones. «El oleaje del invierno dificultaría el trabajo, especialmente en las embarcaciones pequeñas que se encargan de la recogida en las aguas de las playas y en las de rocas. En los últimos 15 días de septiembre ya tenemos problemas en este sentido», dice. Por lo que respecta a la instalación de sistemas de filtros en la red de plantas depuradoras de Baleares Rosselló opina que «técnicamente sería muy complicado y personalmente no lo he visto en ningún sitio». Aboga en cambio por «limitar el uso de plásticos en la producción de prendas de vestir (entre otros objetos) que acaban llegando al mar».

El avance de las grandes islas de macroplásticos en el Mediterràneo preocupa al Abaqua que en 2024 quiere incluir por primera vez en el pliego de condiciones del servicio de recogida de residuos marinos la obligación de llevar sensores del instituto oceanográfico en las embarcaciones para que recojan datos como la temperatura, las corrientes o el viento y desarrollar un modelo de predicción que permita cartografiar las zonas que son más susceptibles de que se formen en ellas islas de plásticos. «Así las barcas que trabajan en la recogida (5 de semilitoral y 17 de playa) se podrían anticipar y dirigirse al lugar de recogida de forma más rápida lo que reduciría su huella de carbono». Con el Impuesto de Turismo Sostenible se financia ahora también por primera vez la recogida de residuos a pie en las playas.