Autocares en el aeropuerto de Menorca. | J. COLL

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El Sindicato Autónomo de Transportes de les Illes (SATI) afirma que no faltan conductores de autobús en Baleares «sino que el problema radica en que las condiciones laborales en las empresas de transporte son las que han echado a los conductores hacia otros sectores». La afirmación del sindicato viene motivada ante la queja de colegios de Palma que tuvieron la pasada semana que cancelar excursiones por falta de chóferes en las empresas de transporte discrecional.

El responsable del sector de transporte en SATI, Juan Rodríguez, afirma que las condiciones laborales en las empresas «perjudican a los trabajadores, ya que en muchas de ellas hay dobles convenios». Asimismo, señala que la petición de las patronales de pedir al Govern de que quiten de forma excepcional el tacógrafo «es una aberración, ya que es lo único que evita que se produzcan abusos en las jornadas laborales de los conductores».

El SATI afirma que en los últimos meses han observado a representantes de los empresarios del transporte lamentándose de que no hay suficientes conductores de autobús para cubrir todos los puestos de trabajo. Sin embargo esa afirmación no es cierta, «sí que hay conductores de autobús pero ante las pésimas condiciones de trabajo que ofrecen, éstos prefieren dedicarse a otros trabajos».

El sindicato ha remitido este martes un comunicado para desmentir los argumentos de la patronal: «En las Baleares hay conductores y conductoras de sobra, lo que cada vez menos están dispuestos a dedicarse a esta profesión y se han ido derivando a otros sectores por el empeoramiento de las condiciones de trabajo».

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Añade que «durante muchos años en el sector del transporte discrecional de viajeros, muchas empresas han estado aplicando condiciones por debajo de convenio, exprimiendo a sus trabajadores con jornadas maratonianas y turnos partidos». Asimismo, el SATI critica a las empresas, porque «era muy frecuente la típica frase de «es lo que hay, si no te gusta la puerta es grande, tengo una pila de currículums de gente que lo haría por menos dinero». Esto ha provocado que muchos de esos trabajadores se hayan ido derivando a otros sectores y aunque ahora las empresas ofrezcan respetar el convenio, ya no quieren volver, porque no se fían de los mismos empresarios que cometían esos abusos del convenio.

En cuanto al sector del transporte regular de viajeros (TIB), puntualizan que desde que el Govern ha asumido el mando de la organización del servicio se ha aumentado enormemente la carga de trabajo de los conductores, «debiendo realizar con mucha frecuencia jornadas exhaustivas en las que casi no pueden bajarse del autobús ni para ir al baño».

En su argumentación, el sindicato considera que ahora se hacen los mismos kilómetros en menos horas, «lo que provoca un aumento exponencial del estrés y el agotamiento con el riesgo de accidente que ello supone, además de los problemas de salud derivados de pasar tantas horas en una postura fija». Siendo un sector con unos salarios más moderados que en el transporte discrecional, indica que «todo esto provoca que a muchos trabajadores no les compense el sacrificio y prefieran buscar trabajo en otros sectores».

Por lo tanto, el sindicato puntualiza que para los conocedores del sector «es evidente que las empresas de transporte discrecional y regular de viajeros están recogiendo lo sembrado. En las Islas hay trabajadores con carnet y experiencia de sobra, pero para que quieran dedicarse al sector del autobús debe haber unas condiciones de trabajo dignas en lugar de rozar la explotación laboral».