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JOAN C. PALOS
El Ajuntament de Palma acaba de sentar las bases para la redacción del «libro blanco» del tráfico, un documento que diagnostique los problemas que sufren las principales vías de la ciudad y, a continuación, ofrezca soluciones. Alrededor de 360 medidores digitales han empezado a hacer su trabajo y, minuto a minuto, ofrecen datos precisos sobre la intesidad media diaria del tráfico en el municipio palmesano.

El concejal de Tráfico y Transportes, Carlos Veramendi, destacó la aplicación de las nuevas tecnologías en la gestión diaria del tráfico. Desde el verano pasado, a las cámaras y semáforos conectados mediante fibra óptica en la sala de control de tráfico se han añadido los medidores digitales que transmiten los datos en tiempo real.

El centro de control de tráfico del Ajuntament de Palma tiene la peculiaridad de su interactividad. Gracias a eso «podemos modificar hasta veinte veces cada día las frecuencias semafóricas de las Avenidas». No obstante, ni los medidores digitales, ni el centro de control interactivo, ni las nuevas cámaras han logrado resolver el espectacular aumento circulatorio de la calle Aragón, con un incremento del 5%. Unos 24.000 vehículos colapsan día tras día esta vía de penetración urbana desde Marratxí.