TW
0

El barco-plataforma «Crawler», de bandera panameña, aunque adscrito a una empresa italiana, ha concluido los trabajos frente a la costa de Tramuntana para instalar el tramo submarino de la conducción de agua entre la Font de sa Costera y el Port de Sóller, una obra auténticamente pionera en Balears.

Esta enorme barcaza, de 130 metros de eslora, a cuyo mando se encuentra un capitán griego, ha colocado una tubería submarina que totaliza 9,6 kilómetros de longitud, a un ritmo medio de unos 500 metros al día, trabajando por turnos las 24 horas. La plataforma ha instalado unos 800 tramos de tubería de 12 metros de longitud cada uno y un metro de diámetro, fabricados todos ellos en una acería de Dunquerque (Francia). La barcaza puede ser operativa incluso con olas de 7 metros de altura.

Aunque los 9,6 kilómetros de tramo submarino han sido instalados en unas semanas, la verdad es que la operatividad de toda la conducción (45 kilómetros hasta Son Pacs, en Palma) no será una realidad hasta finales de 2006. El presupuesto es de 56,4 millones de euros, financiados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Por su parte, independientemente de las operaciones del «Crawler», el área de sa Costera ya ha cambiado de aspecto. Las obras en la fuente han dejado su huella en este tramo de la costa de Tramuntana, creando un impacto que puede parecer excesivo.

La fuente de sa Costera, y las síquies y aljubs anexos, está en un punto elevado, dando lugar a la cascada sobre el mar que ha hecho de este enclave, además de la belleza de todo el entorno, una referencia para excursionistas y amantes de la naturaleza.