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La Asociación Dislexia y Familia (Disfam) celebró ayer su segundo aniversario en el restaurante Ses Fontanellas.

Disfam, que en la actualidad cuenta con 60 asociados, nació con el objetivo de dar apoyo a las familias afectadas por esta enfermedad ya que cuando se diagnostica una dislexia los padres de los niños afectados «han de buscar soluciones de forma individual y muchas veces no saben por donde empezar».

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectura y la escritura «que afecta, en distinto grado, al quince por ciento de la población», según Araceli Salas, presidenta de Disfam, que se refirió a la disgrafía, discalculia, disortografía y dispraxia (psicomotricidad fina afectada), como distintas formas de dislexia.