Mateu Morro, en primer plano, presidió la reunión de la ejecutiva que acordó su autodisolución. Foto: T. AYUGA

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El PSM ha quedado en manos de una gestora. La dirección del partido decidió ayer asumir las peticiones del sector crítico y presentar su dimisión en bloque con el fin de propiciar la renovación de un partido sumido en una crisis como consecuencia de los resultados electorales de los últimos comicios.

El secretario general de los nacionalistas, Mateu Morro, dejó ayer de forma definitiva las riendas de la formación para que sean otros quienes acometan este proceso de renovación. Morro anunció que ni él ni el secretario de Organización, Joan Antoni Salas, estarán en la comisión gestora que deberá llevar las riendas del partido hasta el congreso extraordinario, que se celebrará en octubre.

La dimisión de la ejecutiva se ha producido después de que un grupo de representantes del sector crítico exigiera el cambio y la renovación de la dirección tras las sucesivas derrotas electorales. Los críticos valoraron con satisfacción el gesto de los dirigentes. Los componentes de la comisión gestora no se harán oficiales hasta la asamblea de todos los militantes que se celebrará el 3 de julio, pero se da por hecho que en ella estarán representados los dos sectores enfrentados. Entre los nombres que suenan como posibles componentes de la gestora se encuentra Joana Lluïsa Mascaró, Nanda Ramon, Antoni Alorda, Joan Mayol, Mateu Crespí o Josep Gomila.