La consellera de Presidència, Rosa Puig, explicó con
anterioridad que actualmente España, a través de la Agencia
Española de Cooperación Internacional (AECI), aporta el 80% de las
ayudas que llegan a Camboya y de las que AFESIP es una de sus
beneficiarias. Asimismo, señaló que entre un 10 y un 15% de la
población femenina de este país es víctima de la esclavitud sexual,
pero, apuntó, hasta que no cambien las leyes que constituyen un
«instrumento de poder de los hombres», el cambio no se
producirá.
Por su parte, Mam manifestó que ella misma fue víctima de la
explotación sexual a partir de los 13 años y hasta que fue liberada
hace una década. Un año después constituyó AFESIP, a petición de
las propias víctimas, con el objetivo de frenar y limitar la
esclavitud de mujeres y niñas al turismo sexual.
Menores de edad
Mam también apuntó que la edad media de las niñas vendidas u
obligadas a prostituirse oscila entre los 10 y los 14 años, si bien
han llegado a encontrar niñas de entre 5 y 7 años en burdeles
camboyanos. Asimismo, afirmó que semanalmente llegan a sus centros
de acogida 20 personas y 200 son las que permanecen repartidas en
los cinco locales de Camboya.
Según datos del gobierno del país, afirmó, existen unas 60.000
mujeres y niñas atrapadas en el tráfico sexual.
Los centros de AFESIP ofrecen atención médica y psicológica,
formación profesional y un seguimiento jurídico de los procesos
judiciales de las víctimas de tratos inhumanos, crueles o
degradantes. «Cuando salen de nuestros locales de acogida», señaló,
«muchas son rechazadas por sus familias y comunidades».
El director de Campaña de AFESIP, Emmanuel Dialma, afirmó que el
80% de los clientes de la prostitución son ciudadanos locales,
mientras que el 20% son turistas.
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