TW
0

El Govern afirma que la mayor crisis económica que ha afectado a Balears, se produjo a raíz de la Guerra del Golfo, entre 1991 y 1993, donde se registraron los peores ratios de empleo, producción y generación de puestos de trabajo, «en estos momentos estamos inmersos en un ciclo bajista, situación que está siendo aprovechada por el sector hotelero para poner en tela de juicio la política económica del Govern, de ahí que utiliza las cifras de 2002 sin tener como punto de referencia otras crisis y demuestra su poca memoria histórica», apunta el director general d'Economia, Antoni Monserrat.

Las declaraciones realizadas por el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, en la cena de Nadal de la patronal, en las que dijo que en 2002 habían tenido el peor ejercicio de los últimos veinte años, en opinión de Monserrat «no son ciertas, porque hay que remontarse a 1991 para ver el efecto de una crisis económica en toda su amplitud (ver gráfico adjunto).

Asimismo, entre 1983 y 1985, se produjo también una crisis económica de gran calibre en las Islas propiciada por la caída en picado del turismo británico, que provocó una avalancha de quiebras y suspensiones de pagos en las Islas. La afirmación que hizo Cañellas demuestra un desconocimiento absoluto y voluntario de una realidad que la gran mayoría de los hoteleros de las Islas han vivido».

Añade que en 2002, «estamos inmersos en una situación internacional difícil. Una economía tan elástica y ligada a Europa, como es la balear, se ve afectada por el mal momento que está atravesando el conjunto de Europa, más en concreto Alemania. Sin embargo, pese a esta coyuntura, la economía balear está resistiendo bien y continúa creando empleo. En estos momentos estamos en cifras históricas: rozamos los 400.000 empleos de media».

En lo que sí está de acuerdo el director general d'Economia, es que el sector de la hostelería ha vivido un año problemático. «Hay problemas y pérdida de puestos de trabajo, pero es tres veces más baja que la que se produjo a principios de 1990. A diferencia de entonces, ahora las empresas están más capitalizadas y reforzadas para soportar esta caída del mercado. No se entiende muy bien, entonces, la denuncia hecha por la patronal hotelera», comenta Antoni Monserrat.