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S. BENNASAR
El Govern de las Illes Balears ordenó ayer el cierre del dormitorio del centro de acogida Zaqueo ubicado en la plaza de la Cuartea y clausuró también la cocina, donde actualmente se elaboraba la comida que cada noche se repartía en la plaza del Mercadal. Hasta el momento, las instituciones han realojado a parte de los cuarenta cinco marginados severos que utilizaban estas instalaciones, pero ocho personas que habitualmente utilizaban este centro han tenido que pasar la noche en la calle.

Los responsables del centro se reunieron ayer por la mañana con las tres instituciones, a las que reclamaron que no se cerrara el comedor de la plaza del Mercadal. El portavoz de Zaqueo, Paco Sans, explicó ayer que «aunque tengamos la cocina cerrada, continuaremos dando comida mientras podamos», y aseguró que «aquí ha habido una política de asedio a ultranza contra nosotros y se cerrará el local sin que nadie haya conseguido dar ninguna solución al conflicto».

Como se recordará, el centro de Zaqueo abrió sus puertas el 21 de febrero de 1998 y es el único de baja exigencia abierto en Palma. Cada día dormían en sus instalaciones entre 45 y 52 personas y se repartían cenas y meriendas para más de cien personas todos los días. «Somos un centro mucho más importante de lo que la gente se piensa», afirmó el portavoz.

Ahora el problema es que estas personas corren el peligro de quedarse sin comer y muchos «volverán a la calle antes de Navidad. Los centros oficiales sólo permiten el alojamiento durante un tiempo determinado, y ningún de ellos es de baja exigencia. Aquí todo el mundo que tenía hambre podía comer y nadie se quedaba en la calle». Los responsables del centro pedirán a Cáritas que haga una protesta formal y que el obispo se pronuncie sobre el cierre del centro en su pastoral del próximo domingo.