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La asamblea general de Caixa de Balars «Sa Nostra» aprobó ayer por unanimidad el código ético que regirá a la entidad financiera a partir del próximo 1 de enero, y por cuyo cumplimiento deberá velar un nuevo órgano, el «Comité Ético», que estará diferenciado de la estructura de la Caja de Ahorros. Este órgano estará formado por dos personas designadas por el consejo de administración, otros dos miembros serán designados por la dirección general a propuesta de las áreas de Auditoría y de Recursos Humanos, y el último será propuesto por el comité de empresa.

El código ético, fruto de un trabajo conjunto de los trabajadores, equipo directivo y consejo de administración, «va más allá del tradicional código de conducta, ya que supone un compromiso de las personas pero también un compromiso institucional», explicó el presidente de la caja de ahorros, Miquel Pocoví. El texto queda estructurado en dos partes: un código de conducta y otro de gestión, y parte del concepto de ética como una aportación positiva a la dinámica institucional, dijo Pocoví, quien destacó el incremento de las responsabilidades a medida que se suben los escalones en la empresa.

Con este código «se ha querido prever el mayor número de situaciones posibles, desde el respeto a la legalidad hasta la conclusión de la relación con la entidad», manifestó el director general de Sa Nostra, Pere Batle, quien destacó el apartado referido al conflicto de intereses cuyo objetivo es «minimizar la posibilidad de incurrir en situaciones de este tipo», dijo, y calificó de «básico en nuestro trabajo y clave de la confianza de nuestros clientes» el capítulo dedicado a la confidencialidad.