El impuesto turístico comenzó a cobrarse el 1 de mayo.

TW
0

El 54'51 por ciento del total de establecimientos censados en las Islas, 1.247 sustitutos de los contribuyentes, ha hecho efectivo a la Conselleria d'Hisenda la primera liquidación cuatrimestral del impuesto ecoturístico, mientras que el 45'49 por ciento restante, 1.041, ha interpuesto recurso o presentado impugnación contra la declaración de liquidación presentando el aval bancario, según datos facilitados por el Govern.

Pese a ser superior el número de sustitutos de los contribuyentes que ha optado por el pago efectivo, la Conselleria d'Hisenda únicamente ha podido recaudar sin recurso o aval bancario 4'97 millones de euros, el 20 por ciento, por lo que el 80 por ciento restante liquidado se ha hecho mediante avales bancarios, sumando en su conjunto 23'05 millones de euros. Desde la Conselleria d'Hisenda indican que todas las empresas de alojamiento turístico censadas han presentado su liquidación, ya sea efectiva o mediante avales, «tanto las 89 que optaron por el sistema de estimación directa como las 2.199 que se acogieron al pago del tributo por módulos o estimación subjetiva».

El conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, señalaba este martes en el Parlament, que pese a que la liquidación no se haga efectiva, «el Govern puede pedir créditos por valor del importe total para financiar los proyectos medioambientales y de regeneración turística previstos en el Fondo de Rehabilitación de Espacios Turísticos, dado que con la primera liquidación del gravamen se inicia el proceso de reconocimiento de los derechos a favor de la Comunidad Autónoma que permiten generar los créditos para ejecutar las obras previstas, independientemente de que no se haya cobrado materialmente la cuota tributaria».

Desde Hisenda puntualizaban ayer al respecto que «son los derechos reconocidos a favor de las arcas autonómicas, de acuerdo con la normativa vigente, los que determinan los presupuestos, con independencia de cuándo se haga efectivo el ingreso de la cuota». Las mismas fuentes puntualizan que un caso similar se registró con la liquidación del impuesto sobre instalaciones (Isiquiema) que inciden en el medio ambiente en 1991, cuando, a pesar de no haberse cobrado materialmente la cantidad recaudada prevista, se dio a esta partida la consideración de derechos a favor de la CAIB, con lo que se pudieron generar los créditos correspondientes.