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La evolución del número de fincas hipotecadas en los últimos meses en las Islas está registrando unos índices negativos en comparación con el pasado año. Así, si el número de hipotecas en mayo bajó un 7'2 por ciento respecto a mayo de 2001, en junio lo hizo un 17'3 por ciento, constatándose ya las primeras consecuencias de la ralentización económica y falta de confianza de los consumidores ante el nivel de incertidumbre existente, tal y como ponen de manifiesto las entidades financieras locales, la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) y el propio sector inmobiliario.

Los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que en junio la cifra de hipotecas formalizadas por bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito fue de 2.385 (2.885 en 2001), por un importe global de 270'9 millones de euros.

Las cifras porcentuales negativas de mayo y junio (ver gráfico adjunto), en opinión de constructores y promotores inmobiliarios, «no es más que el inicio de lo que se avecina a corto y medio plazo en las Islas por la ralentización económica. Sin embargo, hay que señalar que aunque los niveles de ventas se mantienen e incluso superan a los del pasado año, fruto en parte por los bajos tipos de interés que imperan y por el desvío de inversiones privadas al sector inmobiliario, la tónica general de ventas se mantiene pese a los incrementos del precio de la vivienda, aunque esta circunstancia incidirá negativamente en el último cuatrimestre».

En cuanto a la evolución de la cifra de hipotecas que se llevan realizadas en las Islas en el acumulado enero-junio, el número de hipotecas asciende a 13.941 (12.348 en 2001), un 12'9 por ciento más que en el mismo período de 2001. Y en el importe, la cantidad global registrada fue de 1.475'7 millones de euros, un 30'9 por ciento más que en 2001 (1.126'7 millones de euros).

La Asociación de Constructores y la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears coinciden en señalar en que el proceso de estabilización se está produciendo por un descenso de los niveles de confianza de los consumidores, pero la actividad en el sector de la construcción se mantiene en unos porcentajes estables, aunque en menor medida que en ejercicios anteriores.

El precio de la vivienda se ha disparado en el último año
La compra de una vivienda resulta cada vez más cara para los habitantes de las Islas e inversores extranjeros y nacional, fruto en parte por la demanda y por la incidencia que están teniendo medidas tales como las moratorias del Consell Insular de Mallorca y Ejecutivo autonómico.
El precio de los pisos, según datos de la sociedad de Tasaciones Inmobiliarias SA (Tinsa) y el Banco de España, se ha incrementado en los últimos años en un 48 por ciento y en opinión de los expertos, «no existen signos claros de desaceleración en su ritmo de avance en las Islas. El único dato positivo es que las hipotecas se mantienen a la baja y esto mantiene las cifras de ventas».