La huelga de controladores franceses provocó ayer cancelaciones de
vuelos, retrasos de casi cuatro horas (213 minutos) y afectó en el
aeropuerto de Palma a más de 120 vuelos y unos 22.000 pasajeros,
según fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
Los últimos datos facilitados por AENA, de un total de 415
vuelos que tenía ayer previsto operar en Son Sant Joan, señalaban
que el número de vuelos afectados por los retrasos se iba
incrementando al acumularse en los diferentes aeropuertos de
origen, principalmente alemanes y británicos.
Las dilaciones medias por regulaciones francesas han sido de 55
minutos para los despegues y de 47 minutos para los aterrizajes,
aunque hubo unos 30 vuelos que superaron la media de los 60
minutos.
Las compañías aéreas anunciaban también que se habían visto
obligadas a cancelar algunos vuelos por «problemas técnicos», pese
a establecerse rutas de contingencia para paliar los efectos de la
huelga de los controladores franceses, portugueses e italianos en
el tráfico aéreo.
AENA, en este sentido, habilitó ayer varias rutas de
contingencia para agilizar, en la medida de los posible, el tráfico
aéreo, una de ellas destinada al tráfico con origen en Balears,
Madrid, Barcelona y Canarias con destino hacia el norte (Reino
Unido, Irlanda y norte de Europa). También se estableció otra ruta
destinada a descongestionar el tráfico con destino al este (sur de
Alemania, Italia o Austria).
La terminal del aeropuerto de Palma no se vió colapsada en
ningún momento, pese a que en las horas puntas del mediodía, en
concreto cuando confluyeron los paros de los centros de control,
galo y portugués, la terminal llegó a aglutinar a unas 2.000
personas, cifra que no llegó en ningún momento a colapsar los
servicios aeroportuarios existentes en la planta de salidas.
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