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Una solemne liturgia en acción de gracias por la beatificación del jesuita mallorquín Pedro Gelabert Amer, que tuvo lugar en Roma el pasado 11 de marzo, se celebró ayer en la Iglesia de Montesión de Palma. El beato Gelabert Amer, mártir de la Guerra Civil española, fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, y la misa en la Iglesia Montesión fue presidida por el padre Josep Maria Casasnovas. Pronunció la homilía el padre Martí Gelabert, nieto de un hermano del mártir Pere Gelabert. Hoy, domingo, a las 19.30 horas se celebrará en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Manacor otra misa en honor del beato, que estará presidida por el obispo de Mallorca, Teodor Úbeda.

«La obra del beato Pedro Gelabert Amer es humilde, ya que era un hombre sencillo, trabajador, dedicado y entregado a los servicios de los demás. Sobre todo, en las labores de enfermería, donde fue muy cariñoso con los enfermos y creo que su vida fue una continua entrega y servicio a los demás», dijo el padre Martí Gelabert.

Añadió que en su homilía había intentado transmitir que «el hecho de honrar a los mártires es una llamada a la exigencia cristiana de cada uno de nosotros, además es declararse en contra de toda violencia y de toda venganza, hacer una llamada a la paz y a la reconciliación entre todos los hombres y los pueblos».

Durante la Eucaristía, actuó una representación del coro de San Jaime y las lecturas corrieron a cargo de los familiares del nuevo beato. También se cantó el Credo de Romeu y al final de la misa, los fieles que lo desearon pasaron por delante del cuadro del beato para venerarlo. «Para todos los que formamos parte de la familia de Gelabert Amer éste es un motivo de agradecimiento a la Iglesia y un motivo de acción de gracias a Dios por haber tenido un pariente tan santo», dijo Martí Gelabert.