Balears necesita 6.000 viviendas más al año para dar respuesta a las familias medias

Todos estos datos fueron aportados ayer por el conseller d'Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, y por el director general d'Habitatge, Jaume Carbonero. A pesar de que tanto Carbonero como Ferrer reconocieron que la situación del mercado de vivienda es muy delicada "con escasez de oferta y precios muy elevados" también explicaron que una de las líneas de trabajo de la Conselleria es fomentar el alquiler en lugar de la compra. Según Carbonero, el Govern prevé que, en dos años, de las mil actuaciones previstas en materia de vivienda, la mitad se destinen al alquiler.

El otro problema importante con el que se encuentra Balears es que los promotores no quieren hacer viviendas de protección oficial dado que, al tratarse de un precio tasado, el coste de las obras es en ocasiones superior al precio de venta. Este problema se ha arreglado parcialmente, después de que el Govern solicitara al Gobierno la declaración de interés singular para Balears. Esta declaración ha permitido que los precios se eleven algo, de forma que una vivienda tipo ha pasado de 11 a 14 millones de pesetas.

A pesar de esta relativa mejoría, el director general d'Habitatge, Jaume Carbonero, explicó que sobre el sistema de viviendas aún planean una serie de amenazas, como es el progresivo aumento del precio, la amenaza latente de una subida de los tipos de interés, el aumento de la población con un nivel de renta bajo y el excesivo consumo de suelo. Carbonero reconoció que el Govern no tiene una solución mágica para resolver el problema, pero apuntó que trabajará en potenciar la rehabilitación, incluso con subvenciones a los promotores. También quieren poner en el mercado el importante parque de viviendas vacías.