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Las industrias cárnicas de la Isla han mostrado su interés por comprar los excedentes de carne que no pueden salir al mercado por falta de demanda para, posteriormente, distribuirlas entre sus clientes habituales, principalmente, cadenas hoteleras, según aseguró el conseller del ramo, Mateu Morro. El titular de la Conselleria hizo estas declaraciones tras la reunión extraordinaria y monotemática que celebró el Consell Agrari Interinsular con la asistencia de los representantes de las diferentes organizaciones del sector.

Durante el encuentro, Morro también anunció a los ganaderos que se van a poner en marcha etiquetas facultativas independientemente de las obligadas por la Unión Europa desde el uno de enero de este año. Hasta ahora estas etiquetas obligatorias, que deben incluir el país donde se ha sacrificado el animal, el matadero y el número de identificación de animal, sólo se colocan en las piezas grandes por lo que no es visible en los puntos de venta. «Para garantizar a los consumidores de las Islas de los controles que se realizan a toda la carne que se vende, el Govern tiene previsto implantar, en un plazo corto de tiempo, una tarjeta que ofrecerá más información y que será visible en los trozos más pequeños», aseguró Morro.

El principal objetivo ahora de la Conselleria de Agricultura y de las organizaciones es dar seguridad a los consumidores a través de campañas informativas que reflejen los estrictos controles sanitarios que pasa la carne de vacuno hasta llegar a los puntos de venta.

El encuentro sirvió, también, para que la Conselleria explicara las últimas decisiones de la UE para la compra de carne de vacuno, que será congelada, y también de reses mayores de 30 meses, que serán retiradas del mercado a través de los fondos Feoga y, posteriormente, eliminadas. En este contexto, señaló que tres mataderos de Balears ya han solicitado acogerse a esta medida.

Asimismo, Morro aseguró que en la Isla hay 800 kilos de harinas animales y 88 toneladas de piensos, destinadas a la alimentación de cerdos, que han sido retiradas por los propios distribuidores ante la prohibición de la UE y reiteró que no están inmovilizadas ya que eran legales hasta el uno de enero de este año excepto para los rumiantes.