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María José Frau, regidora de Participación Ciudadana del Ajuntament de Palma, fue la única alto cargo de Cort que recurrió a las arcas municipales para sufragar el importe (11.611 pesetas) de unas gafas graduadas. Frau, de 24 años, y cuyos emolumentos ascienden a 7'5 millones brutos anuales, hizo uso de las prestaciones no cubiertas por la aseguradora de asistencia sanitaria privada ni por la Seguridad Social para obtener la ayuda. Lo mismo hicieron otros 51 funcionarios de carrera, que cargaron en el erario público un total de 1.824.569 pesetas, según quedó de manifiesto ayer en la comisión de gobierno.

María José Frau, hija de Francisco Frau, considerado la «mano derecha» del concejal José María Rodríguez, no hizo otra cosa que apelar a unas ayudas plenamente reconocidas por el Servicio de Recursos Humanos. La plantilla de Cort tiene derecho a cargar en las arcas municipales el importe de facturas de gafas graduadas, prótesis dentales y aparatos ortopédicos, entre otras cuestiones, como así consta en la relación facilitada ayer. Sin embargo, lo que sí extrañó a los portavoces de la oposición es que la regidora de Participación Ciudadana se haya incluido en la lista de ayudas. «Es la primera vez, al menos en los últimos cuatro años, que un alto cargo de Cort, que están muy bien retribuidos, pasa facturas de ayudas médicas», dijo Antoni Roig (PSIB-PSOE). «El tema es lamentable y lo vamos a llevar a la próxima junta de portavoces, más que nada , porque no nos agradaría que una persona que gana bastante menos que la señorita Frau se pueda quedar, algún día, sin esas ayudas», añadió.