La puesta en marcha de la incineradora provocó protestas de Greenpeace, organización a la que pertenece Nicolau Barceló.

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Los ecologistas criticaron ayer con dureza al Govern por haber renunciado a cerrar la incineradora durante esta legislatura, tal y como marca el nuevo plan de residuos sólidos de Mallorca. El GOB mostró su «decepción y preocupación» por la decisión de la Conselleria de Medi Ambient que dirige la verde Margalida Rosselló.

«Es lamentable que un Govern llamado de progrés no haya escuchado una importantísima reivindicación ciudadana de hace años, y no haya optado por la prevención de la contaminación y la aplicación de las medidas más adecuadas en materia de gestión de residuos», denuncia el GOB, quien advierte que continuará haciendo campañas y reivindicaciones en este tema, especialmente cuando se saque a información pública el nuevo plan director de residuos.

No obstante, el GOB se muestra satisfecho y felicita a la Conselleria de Medi Ambient y al Consell Insular de Mallorca por haber presentado un plan global que incluye la gestión de fangos de depuradoras, residuos sanitarios y tóxicos, además de ampliar la recogida selectiva y construir plantas de compostaje.

Precisamente, la actual consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y el director general de Residuos, Nicolau Barceló, habían reivindicado intensamente el cierre de la incineradora, aunque ahora se han visto forzados a dar luz verde a un plan de residuos en el que se mantiene la planta de Son Reus. Rosselló, como dirigente de Els Verds, y Barceló, líder de Greenpeace, han colaborado en campañas anti"incineradora casi hasta el mismo día de sus nombramiento como altos cargos del Govern. El nuevo plan de residuos se compromete a estudiar, a partir del año 2004, si es posible cerrar un horno "Son Reus tiene dos" de la incineradora.

Sobre este asunto, el PP animó ayer al GOB y Greenpeace «a manifestarse contra el nuevo plan de residuos». «Los ecologistas deberían pronunciarse en contra del plan, y manifestarse ante la Conselleria de Medi Ambient», propuso José María González Ortea, portavoz adjunto del grupo popular a propósito de la decisión de Rosselló de no incluir el cierre de Son Reus en el plan de residuos. «Si este plan lo llega a aprobar Miquel Ramis "anterior conseller de Medi Ambient" hubiese habido un follón importante, y seguramente la propia consellera hubiera participado en las manifestaciones» sostuvo González Ortea.