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Durante los fines de semana el clima es el mejor amigo de los turistas, que aprovechan para tomar el sol cerca del hotel o para visitar la ciudad. Compras en los mercadillos, grandes almacenes, fotografías junto a monumentos y esculturas son las imágenes más frecuentes que podemos observar cualquier día del año en nuestra isla, pero que se intensifica los fines de semana. Ayer Palma «hervía» de turistas que en coches de alquiler, autobuses o galeras se desplazaban ávidos de captar con su cámara fotográfica o videocámara alguna instantánea. Muchos aprovechaban para comprar recuerdos: cerámica (made in Mallorca), prendas de ropa con enormes letras con el nombre de Mallorca, y productos alimenticios tradicionales de nuestra isla. Quienes pasean por el mercadillo de las Avingudes se quedan atónitos al observar cómo los trileros realizan corrillos en medio del paso y se «burlan» de la Policía Local. Los visitantes se hacen fotos como recuerdo de su estancia en Mallorca. La indignación del dueño de un puesto de venta se hizo patente ayer al comprobar cómo un agente comentaba a un trilero: «Hoy no os podéis quejar; os dejamos trabajar».