La primera es una Feria de Abril, dentro de lo que cabe, como mandan los cánones, con pescaíto, fino, faralaes, palmeros y mucha sevillana; la segunda... bueno, cualquier parecido que pueda tener la segunda con la primera fue por pura casualidad, a pesar de que ambas tienen lugar en el mismo recinto, en casetas casi vecinas, en la misma noche y casi a la misma hora.
Pero lo curioso de la cuestión es que ante la avalancha de música disco habida en la edición anterior, el Ajuntament había advertido seriamente a quienes en éste repitieran. Pues bien, o Cort está de vacaciones, o no se entera. Como con lo de los horarios: la feria debe de cerrar a las dos en las noches de entre semana, y a las cuatro en los fines de semana y víspera. Digo yo que serán las dos del medio día y las cuatro de la tarde, que de la mañanita, no son.
Así pues, en la noche del lunes nos dimos un garbeo por la feria y nos encontramos con "aparte de algunas casetas cerradas", dos ferias, la propiamente dicha y la de cada cual. En la primera no faltaba el pescaíto, las gambas, los taquitos de jamón, la manzanilla y el buen fino. En la segunda se tiraba más bien del cubata y del chupito. En la primera se bailaban sevillanas; incluso había concursos varios, entre cuyos participantes vimos a algún niño que no lo hacía nada mal. Lo de bailar sevillanas, nos referimos. Posiblemente, donde más animada estaba la noche de esta feria propiamente dicha era en las casetas del Grupo Serra, Los Tigres, Eléctrica Ramblas, Polillas, Casa de Andalucía y El Pescaíto.
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