La imagen de la Virgen Dolorosa fue trasladada en procesión
penitente en el Martes Santo. El recorrido se inició en la iglesia
de San Nicolás y continuó por Can Puigdorfila, Tous i Maroto,
Constitució, es Born, Plaça Joan Carles I, Jaume III, Bonaire,
Bisbe Campins, Via Roma, Costa de la Sang y Plaça de l'hospital. La
imagen de la Dolorosa fue traslada hasta la iglesia de la
Anunciación, donde permanecerá hasta el Jueves Santo.
Un grupo de los Tamborers de la Sala abrió la procesión, que fue
seguida por la casi totalidad de las cofradías de Palma. A lo largo
del recorrido las bandas de tambores y cornetas no dejaron de
sonar, acompañando a los pasos de las cofradías de Jesús del Buen
Perdón, Santiago, Cinco Llagas y Cruz de Calatrava. Cerró el
desfile la imagen de la Virgen de la Dolorosa, decorada con motivos
florales y arropada por la Real Cofradía de su mismo nombre, obra
del escultor Guillermo Galmés que data de 1865.
Y como ya ocurrió el año pasado, volvió a repetirse una
particular ofrenda floral: la dedicada por Catalina Cirer, delegada
del Gobierno, a la Virgen, quien depositó un ramo de flores ante
los pies de la imagen a su paso por Delegación de Gobierno. En 1998
se recuperó esta tradición, olvidada en la Semana Santa palmesana
desde hace 20 años.
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