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Los alumnos de la Escuela Taurina de Baleares celebraron con éxito su primer tentadero, llevado a cabo ayer en la ganadería de Son Rossinyol. La climatología primaveral acompañó la jornada festiva, que reunió en torno a los chicos a más de 300 personas, entre familiares, amigos y colaboradores.

Fueron tentadas dos becerras del hierro mallorquín, que torearon los aventajados alumnos Codes Pericás y Fernando Lozano. Ambas dieron excelente juego y fueron alegres al caballo que montó Lorenzo Riera. Luego se soltó una brava becerra con la que armaron un auténtico «lío» los dos peques de la escuela, Gabrielín Pericás, hijo del matador de toros Francisco Gabriel Pericás, y «Jesulín de Palma».

Alfonso Gómez, hijo del subalterno Federico Gémez, demostró casta y obtuvo aplausos junto a sus compañeros Daniel Costa, Alberto García, Fernando Àlvarez, Manolo Prieto, José Fernández, y Juan Luis Bozada. Su intervención fue seguida de cerca por los profesores Gabriel Pericás, Rafael Colom y Federico Gómez. En las gradas de la placita el público colaboró con su silencio al buen desarrollo del tentadero que supervisaron el ganadero Bartolomé Pons y Gabriel Nadal.

Al término de la comida campera, la escuela otorgó dos trofeos de recuerdo que entegó el presidente de la escuela, Pedro Codes, al fallecido torero mallorquín Sebastián Riera, «Carnicerito de Palma», y al torero Gabriel Pericás, en su 50 aniversario como matador de toros.