La gente celebra en apoyo de los golpistas en una calle de Libreville, Gabón. | Reuters

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Gabón se convirtió este miércoles en el último país africano en sufrir un golpe de Estado cuando un grupo de militares anunciaron la suspensión de todas sus instituciones poco después de la proclamación del presidente Ali Bongo como vencedor de los polémicos comicios del pasado 26 de agosto. «Nuestro hermoso país, Gabón, siempre ha sido un remanso de paz. Este miércoles, este país atraviesa una grave crisis institucional, política, económica y social», afirmaron la mañana de este miércoles los golpistas en un mensaje televisado. La junta, autodenominada Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones (CTRI), acusó al Ejecutivo gabonés de gobernar de manera «irresponsable e impredecible».

«En nombre del pueblo gabonés y garante de la protección de las instituciones, hemos decidido defender la paz poniendo fin al régimen vigente», subrayaron. Además, los militares declararon la «anulación» de las elecciones, al considerar que esos comicios no fueron transparentes, creíbles ni inclusivos. El mensaje se emitió poco después de que la Comisión Electoral Nacional Autónoma y Permanente (Cenap) proclamase la victoria de Bongo en la votación presidencial con el 64,27 % de los votos, pese a las denuncias de fraude por parte de la oposición.

El dirigente, cuyo triunfo le otorgaría un tercer mandato de cinco años, se impuso al candidato de la principal coalición opositora Alternancia 2023, Albert Ondo Ossa, que quedó en segundo lugar con un 33,77 % del escrutinio. Tras el movimiento de los militares, la red social X (antes Twitter) se llenó de vídeos donde se puede ver a cientos de gaboneses celebrando el levantamiento de los militares, que abrieron las conexiones de internet después de que las autoridades las bloquearan el pasado sábado. Más tarde, los golpistas aseguraron que Bongo se encuentra bajo arresto domiciliario, junto con su familia y su médico, e informaron sobre la detención de uno de sus hijos, Noureddin Bongo Valentin, y de su jefe de Gabinete, Ian Ghislain Ngoulou, entre otras personas cercanas.

Los uniformados acusaron a los detenidos de «alta traición a las instituciones del Estado» y «malversación masiva de fondos públicos», entre otros delitos. El propio presidente gabonés confirmó su arresto y pidió ayuda a la comunidad internacional mediante un vídeo grabado en su residencia y difundido en la red social X. «Debo enviar un mensaje a todos los amigos que tenemos en todo el mundo para decirles que hagan ruido, porque estas personas nos han arrestado a mí y a mi familia», afirmó Bongo. «Ahora mismo estoy en la residencia y no pasa nada. No sé que está pasando. Así que os llamo a hacer ruido, a hacer ruido, a hacer ruido de verdad», añadió, al señalar que su hijo y su mujer estaban en otros lugares, pero sin dar más detalles.

Condena internacional

Las reacciones en todo el mundo no se han hecho esperar, con el presidente de la Comisión (secretariado) de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, describiendo el golpe como una «violación flagrante de los instrumentos jurídicos y políticos» de la organización. El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, lamentó que el golpe en Gabón «incrementa la inestabilidad en toda la región» central del continente africano, si bien afirmó no contar todavía con suficiente información. Varios países reaccionaron ante el golpe, como Francia, que condenó el golpe y llamó a «respetar» el resultado de las elecciones «cuando se conozca», según el portavoz del Gobierno galo, Olivier Véran, en una respuesta ambigua ante los anuncios que se habían hecho previamente. También Rusia expresó su «profunda preocupación» a través del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, mientras Portugal pidió el «rápido restablecimiento de la normalidad y del orden constitucional» y Marruecos destacó la «importancia de preservar la estabilidad de este país hermano».

Ali Bongo está al frente del país desde la muerte en 2009 de su padre, Omar Bongo, que llevaba en el poder desde 1967. Este no es el primer golpe de Estado al que se enfrenta el presidente gabonés, cuyo Gobierno sufrió en enero de 2019 una intentona golpista mientras el presidente se encontraba en Marruecos recuperándose de una enfermedad, si bien en esa ocasión el levantamiento fue sofocado. Además, el golpe en Gabón es el segundo que se produce en un mes en África, después de que el Ejército tomara el poder en Níger el pasado 26 de julio. Y se suma a la lista de países que han sufrido este fenómeno en los últimos tres años: Mali (agosto de 2020 y mayo de 2021), Guinea-Conakri (septiembre de 2021), Sudán (octubre de 2021) y Burkina Faso (enero y septiembre de 2022).